POLITICA
Renunció Malcorra

Se va la última ministra que estaba fuera del control de Marcos Peña

El momento elegido para el anuncio sorprendió al Ministerio de Relaciones Exteriores. Pierde poder el sector alineado con la UCR.

La partida de Malcorra cambia el delicado equilibrio político interno de la Cancillería
La partida de Malcorra cambia el delicado equilibrio político interno de la Cancillería | Cedoc
La excanciller Susana Malcorra era una de las pocas figuras del Gabinete que respondía sólo al presidente Mauricio Macri y quedaba fuera del férreo control que ejercen el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los secretarios Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. El anuncio de su salida -que se hará efectiva el próximo 12 de junio- era esperado por la delicada situación de salud que atraviesa su marido, quien está en España. Pero según confirmaron diferentes fuentes del ministerio, en la Cancillería ignoraban que la salida iba a anunciarse hoy. 

Su reemplazante, el embajador en Francia Jorge Faurie, tendrá con toda seguridad un peso menor al de su antecesora. Quienes mejor conocen el Ministerio especulan con que ahora quedará firmemente alineado con la jefatura de Gabinete mientras que, hasta ahora, eran frecuentes las protestas de altos funcionarios de la Presidencia por el “juego propio” de la canciller saliente. 

Por otro lado, la partida de Malcorra cambia el delicado equilibrio político interno de la Cancillería: hasta ahora, la canciller había sostenido su gestión principal (pero no exclusivamente) en los sectores de la UCR mientras que a Faurie es de origen peronista pero fuertemente alineado con el Pro. 

Por esta razón, es probable que terminen los permanentes roces que había entre Cancillería y Jefatura de Gabinete. Como contó tras su llegada, Malcorra aspiraba a que su cartera fuera la “ventanilla única” de las relaciones exteriores, algo que produjo también enojos en otros ministerios que ambicionan tener vínculo directo con el exterior y disparó una lucha de posiciones con el Ministerio de Producción.

Según pudo saber PERFIL en base a fuentes de la diplomacia, la funcionaria había trabajado toda la mañana, hasta el anuncio realizado en Casa Rosada por Macri, sin dejar entrever su inminente renuncia. Su última actividad antes de la conferencia de prensa fue una reunión con Federica Mogherini, representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y amiga personal de la ministra saliente. 

Lograr un acuerdo entre el Mercosur y la UE era uno de sus principales objetivos de su gestión. Se esperaba que antes de fin de año se pudiera realizar un anuncio concreto, tras un récord de visitas de funcionarios de la UE y fuertes avances políticos y técnicos. Al anunciar su salida, el Presidente aclaró que Malcorra quedará como “asesora” con “rango ministerial”. Es de esperar que el cargo tenga como responsabilidad encauzar el acuerdo con la UE desde su nuevo lugar de residencia.

Malcorra había llegado a la dirección de la diplomacia argentina por un acuerdo directo con el jefe de Estado: este se comprometía a convertir a su candidatura a secretario general de las Naciones Unidas en un objetivo de la política exterior argentina; ella, por su lado, pondría su frondosa agenda de contactos a disposición del mandatario para lograr una rápida reincorporación del país a los primeros planos internacionales. 

Ambos cumplieron. El gobierno de Cambiemos sumó fuertes gestos internacionales, como la visita del expresidente norteamericano Barack Obama o la elección del país como sede de las próximas reuniones del G20 y la ONU. En tanto, la diplomacia argentina había puesto en el tope de sus prioridades a la candidatura a la ONU. Los esfuerzos no alcanzaron y, aunque nunca hubo una confirmación oficial, el veto a su postulación habría llegado desde Rusia, donde se la identificaba fuertemente con los intereses de los Estados Unidos.