Desde marzo, cuando comenzaron las sesiones ordinarias en el Congreso, la oposición viene
chocando de frente contra la pared de la realidad. Si el 28 de junio de 2009 pensaban que iban a
"comerse la cancha", y reducir al kirchnerismo a su mínima expresión en el Senado, los últimos
meses demuestran que ocurrió más bien lo contrario.
En la Cámara Alta, la oposición reunió los 37 votos necesarios para conseguir la mayoría sólo
en la sesión preparatoria, cuando se repartieron las autoridades en las comisiones. Desde entonces
sólo lograron aprobar la coparticipación
del impuesto al cheque. Un
triunfo apenas simbólico, ya que la norma aún no fue tratada en Diputados y
la presidenta ya anunció que la
vetaría si llega a aprobarse.
Los senadores opositores hicieron un reconocimiento tácito de su inferioridad ante el
kirchnerismo cuando decidieron dejar que la Cámara Baja iniciara
el debate por el 82% móvil para
las jubilaciones, por considerar que no tenían los votos necesarios.
A esto se suma que los senadores de los diversos partidos opositores tampoco logran completar
las reformas que ya tienen media sanción en Diputados. Las comisiones de la Cámara Alta aún deben
tratar, entre otros proyectos, la eliminación de las
facultades delegadas
(superpoderes), la ley que reglamenta los decretos de necesidad y urgencia (DNU) y la
modificación del consejo de la
magistratura.
Algunos legisladores responsabilizan de la situación al radicalismo:
"Si la UCR impulsa un proyecto de dictamen, ya tendríamos cuatro firmas, pero no hacen
nada", se quejó Samuel Cabanchik, senador por la ciudad de Buenos Aires y vicepresidente
de la Comisión de Asuntos Constitucionales,
informó el diarioLa Nación.
Elisa Carrió sostiene una posición parecida: en privado, según el matutino, afirma que
el radicalismo espera llegar al poder en 2011 y por eso no quiere derogarle al kirchnerismo
varias prerrogativas que necesitará para gobernar dentro de dos años. En ese sentido, el
diputado Horacio Piamonte ayer propuso que la Coalición Cívica (CC) que preside Carrió
abandone el Acuerdo Cívico y Social
(ACyS) y habló de "pacto de olivos" entre radicales y peronistas.
El principal blanco de las críticas contra la UCR es Gerardo Morales, quien el año pasado
insistía que la oposición contaba con los 37 votos para la mayoría. Ahora, según La Nación,
reconoce: "Nosotros queremos apurar los dictámenes, pero el problema es el número". Morales se
refiere a Carlos Menem (PJ), que con sus ausencias siempre ayuda al kirchnerismo; el cambio de
postura de la santafesina
Roxana Latorre (PJ) y las dudas permanentes en torno a la rionegrina María
Bongiorno (Frente Grande)