POLITICA
Lo reemplazará otro Fernández, que es Carlos

Sin Lousteau, se cierra un ciclo gris en Economía

Sorprendió el momento, no la noticia: <strong>su papel era intrascendente</strong>. Lo disparó el discurso de Kirchner en Ezeiza. <em> <a href="%(link0)" target="_self" title="Vea el blog celular.">Vea el blog celular.</a> </em> <br clear="all" />

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La crisis que la misma prensa que acostumbra inventar marcianos, en palabras de Cristina Fernández, viene señalando, estalló anoche dando de bruces con los intentos del gobierno K por mostrar que el paro del campo no ha fisurado su coraza. La noticia de la renuncia de Martín Lousteau en Economía, joven promesa que muchos esperaban como cara visible de la "profundización del cambio" que pregonaba la campaña K, cierra un ciclo que quedará entre los más grises que recuerde el palacio de Hacienda. Literalmente, no pudo hacer nada.

Lo reemplazará Carlos Fernández, que hace poco había asumido en la AFIP, ante el alejamiento -también forzoso- de Alberto Abad, luego de su pelea con Ricardo Echegaray. La asunción será hoy a las 19. No hace falta resaltar que se trata de otro funcionario sin vuelo propio y que mantendrá a rajatabla los lineamientos actuales, es decir cumplirá con las decisiones del primer nivel político, leáse Néstor Kirchner.

Si Lousteau era capaz de la empresa no llegó a saberse, porque casi todo lo que hizo se lo ordenaron y lo que intentó, y rompía con el molde K, se lo rechazaron de plano, dejándolo en un papel casi indigno.

El hecho que ya ni participara de las candentes negociaciones con el campo, hoy el principal problema del gobierno, deja en claro que su incidencia en la gestión era nula. Y como enfrentaba además la metodología de Guillermo Moreno, frontal y a veces brutal en las negociaciones con los sectores de la producción, la noticia de esta noche no hace más que confirmar que el matrimonio Kirchner avala en los hechos la metodología del secretario de Comercio y el ex ministro de Economía no les servía ya ni siquiera para tapar apariencias formales.

Según trascendió, lo que disparó la decisión de Lousteau de irse fue el discurso que al anochecer pronunció el ex presidente Néstor Kirchner en Ezeiza. Cuando escuchó que Néstor fustigaba "a los economistas y dirigentes que piden enfriar la economía", entendió que ese mensaje era para él. Es que en las últimas horas había presentado a Cristina un informe con las medidas a tomar para controlar la inflación, y allí proponía justamente ese paso de enfriar el consumo, incluso subiendo las tarifas de luz y gas residenciales.

De allí salió disparado al despacho de Cristina con la carta de renuncia. No había vuelto de Misiones, dicen que la llamó por teléfono y ella no quiso atender. Lousteau se dirigió entonces al despacho de Alberto Fernández, que intentó convencerlo de esperar que al menos se defina el conflicto del campo. Terminaron a los gritos y Martín se fue con un portazo. Alberto F. llamó a Cristina y le informó que no había retorno con "el chico".  Si Lousteau pudo haber encarrilado la economía quedará como una duda, la única certeza es que su paso por el más alto nivel político nacional fue decepcionante.