Tentada, Cristina inauguró la temporada de pingüinos

No hubo mención al Valijagate que tanto irritó ayer al Gobierno. Tampoco, palabra alguna sobre la polémica inflación. Ni siquiera una respuesta a las duras críticas que ayer vertió el ex ministro de Economía, Martín Lousteau. Sólo hubo risas, chistes, guiños al pueblo de Chubut. Después del discurso, quedó en claro que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner siente la Patagonia como su casa y destacó que  desde 2003 "estamos saldando una deuda con el país profundo".

"¿Por qué 'Chito' no armó el escenario al revés?. ¿Qué, es porteño?, ¡Algo de eso debía haber, porque los patagónicos no nos equivocamos!", exclamó con el frío viento de frente, dándole de lleno en la cara. Luego, saludo al pueblo de "Trelew", aunque estaba en Punta Tombo, y al darse cuenta de su fallido, la presidenta se tentó: "Estoy tentada. Es tanto el frío, estoy terida, que me equivoqué de pueblo", lanzó risueña.

La mandataria inauguró el último tramo de pavimento que conduce en al reserva ecológica de Punta Tombo e inauguró la temporada de avistamiento de pingüinos. "Estamos aquí, en la mayor colonia pingüinos del mundo", dijo Cristina, " medio millón de pingüinos para que tengan, para que guarden, para que archiven", soltó casi sin poder contener la risa y generando el aplauso de los presentes.

Ya más seria, aunque sin criparse, la presidenta defendió el proyecto federal que "inuaguramos" en 2003 "todos los argentinos". "Tantas veces escuchamos clamar sólo en campañas y después se olvidan y centralizan todo allá en el puerto [de Buenos Aires], por eso, para mi, inaugurar estas obras, me llena de orgullo", expresó Cristina, quien marcó que se ha pasado de un "país en el que sólo me miraba la cara allá", en el puerto, a otro en el que "nos hemos visto la cara los unos a los otros" y en el que se "ha vuelto a considerar que todos somos importantes, lejanos o cercanos".

"Quiero decirles que a este lugar, al que siento mi casa, voy a venir con el corazón en la mano, a decirles estamos transformando el país, que necesitamos aún mucho más; hermanos, que faltan trabajo, vivienda, salud o educación. Mientras haya un solo argentino a quien falten estas cosas, no seremos felices", concluyó. Para cerrar el discurso, eeclamó que, la próxima vez, " armen bien el palco". La pingüina se sintió cómoda en la pingüinera.