El ex secretario de Obras Públicas José López seguirá detenido en el penal de Ezeiza, pero ayer logró que las autoridades lo trasladaran a un pabellón especial para detenidos en tratamiento psiquiátrico que depende del Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (Prisma). Allí, es analizado por los médicos penitenciarios, informó ayer la agencia estatal Télam. Por esta razón, sus declaraciones ante la Justicia quedaron suspendidas hasta que se conozcan los resultados de los exámenes clínicos y psicológicos. López debía declarar ayer ante la fiscal de General Rodríguez por portar un arma de guerra con el permiso de portación vencido. El caso de los casi US$ 9 millones pasó a la Justicia Federal, donde López ya tenía una causa por enriquecimiento ilícito. Fue indagado el jueves en el juzgado de Daniel Rafecas. El ex funcionario también deberá afrontar una acusación por lavado de dinero. La Unidad de Información Financiera (UIF) lo denunció ayer por ese delito. El botín con el que descubrieron a López la madrugada del martes podría provenir de sobornos de las contratistas de obra pública. La fiscal Alejandra Rodríguez informó ayer que no pudo indagar a López porque “presenta un cuadro tal que no permite determinar si se encuentra en condiciones de prestar declaración hasta tanto se le practiquen las pericias y tests de rigor, las cuales culminarán el martes”. “Los médicos entendieron que en el estado en que se encuentra representa un peligro o riesgo para sí mismo”, agregó.
