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Últimas horas de entrenamiento para el debate que puede definir la elección

Macri debe evitar tropiezos para mantener la ventaja. Scioli está obligado a recuperar terreno.

Ambos candidatos se enfrentarán para retener sus votos y seducir a los indecisos. Macri debe evitar tropiezos para mantener la ventaja. Scioli está obligado a recuperar terreno.
| Cedoc

Daniel Scioli . Ensayos de preguntas y respuestas sobre la cinta de correr

Daniel Scioli se sube a la cinta de correr y toma uno de los tantos papeles que sus hombres de mayor confianza le prepararon. Se trata de una de las preguntas y repreguntas que le podrá hacer a su competidor en la elección presidencial, Mauricio Macri, en la edición del domingo de Argentina Debate. Lee y modifica cosas, pregunta por el reglamento para no salirse de él, y continúa con otro papel.

La escena transcurre en la biblioteca de su casa de Villa La Ñata. En la preparación para el debate no hay dirigentes que personifiquen a Mauricio Macri, ni escenografía con atriles. Toda la práctica la hace arriba de la cinta de correr mientras lo acompañan en los “ensayos” sus dirigentes Alberto Pérez, Gustavo Marangoni, Juan Courel y Carlos Gianella.

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La preparación comenzó el sábado pasado y también participan, por minutos, otros asesores. Es el caso del economista Miguel Bein, que se sumó al ensayo del último jueves para el eje “desarrollo económico y humano”, y del rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, que aportó datos para “educación e infancia”.

Traje azul, camisa blanca y corbata celeste. Ese es el vestuario con el que el postulante del oficialismo se mostrará en el debate. La misma ropa y el mismo color que suele usar cuando no elige el estilo casual y naranja. En los días previos, el gobernador bajó la intensidad de las actividades, ayer apenas se mostró con ferroviarios en Capital Federal y para el domingo rechazó la invitación al programa de Mirtha Legrand, al que asistirán su mujer, Karina Rabolini, y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.

“Esto es como un partido entre Boca y River”, grafica un dirigente sciolista y detalla: “Si River juega mal, su hincha no va a hacerse de Boca, sigue siendo de River”. El funcionario explica así que la mayoría del electorado ya definió su voto y, más allá de la performance que tenga su candidato en el debate, lo votará de todos modos.

En el equipo del candidato presidencial saben que están obligados a obtener un resultado del debate más contundente que el macrismo. Sobre todo para, el día después, poder viralizar el material en medios y redes sociales. Por ello, tal lo viene haciendo en las últimas semanas, Scioli tendrá una posición en la que marcará fuertes contrastes y diferencias con las políticas de Macri, sobre todo en lo referido a la economía. En el sciolismo aseguran que no habrá enfrentamientos en términos personales y todo será en un tono cordial pero firme.

Después del debate, y en la semana final de campaña, Scioli visitará provincias donde necesita mejorar los resultados, como Córdoba, Santa Fe y Mendoza. También estará en Salta y Santiago del Estero. El cierre de campaña quiere hacerlo en Mar del Plata, distrito donde también necesita recuperar terreno. Para el día de la elección el sciolismo decidió cambiar de búnker, por lo que el Luna Park no será el lugar de concentración del oficialismo. A última hora, el equipo de campaña intentaba reservar el Hotel Intercontinental, refugio electoral kirchnerista.

Mauricio Macri. Cartas bajo la manga por si debe contrarrestar una fuerte embestida

Contraatacar sólo si es necesario. Repetir y enfatizar sus propuestas. Mostrarse tranquilo y no perder la calma en ningún momento. Mostrar que “es el cambio y no la continuidad”.
Con estas cuatro premisas el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, aguarda el debate de mañana, entre recorridas de campaña, y reuniones protocolares como jefe de Gobierno porteño.

Con una serie de papers que le armó su equipo de campaña y comunicación comandados por el secretario general, Marcos Peña, y el secretario de Medios, Miguel de Godoy, y el asesor Jaime Duran Barba, repasó los focos de debate que lo enfrentará con Daniel Scioli.

“Vamos a ver con qué Scioli nos encontramos. Si está dócil o sale a atacarnos”, resume uno de los asesores del candidato presidencial. Y agregan que, de ser necesario, saldrán al contraataque. “Mauricio va a hacer fuerte hincapié en las propuestas y en la idea de que se puede trabajar en equipo, pero si hay confrontación puede responder fuerte”, agrega.
En ese marco, podría, por caso, pegar a Scioli con los personajes que peor imagen tienen en la opinión pública y que forman parte del Frente para la Victoria: el vicepresidente, Amado Boudou, el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, y el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, entre otros.

De todas formas, la idea central que manejan en Cambiemos es que repita los tres ejes conceptuales de sus propuestas: unir a los argentinos (vinculado a los temas como Justicia independiente, reforma electoral o combate a la corrupción), pobreza cero (donde hablará de los temas económicos asociados a bajar la inflación, eliminar el cepo y ampliar los planes sociales) y combatir el narcotráfico.

Paralelamente, su equipo les pidió a los seguidores de Cambiemos que “participen de manera digital” del debate.

En el PRO aseguran que el debate tendrá una gran audiencia. Será clave, por lo tanto, que el candidato no cometa errores para mantener la ventaja que muestran las encuestas.
Macri no es un improvisado en materia de debates públicos. Desde 2003, cuando fue por primera vez candidato a jefe de Gobierno porteño, debatió siempre. Esa primera vez le tocó una parada muy complicada: Aníbal Ibarra, quien lo superó en el ballottage, y Patricia Bullrich (hoy su diputada nacional) le asestaron fuertes críticas ante un Macri que, inexperto, tuvo menos reflejos. Fue en el canal TN, del Grupo Clarín, en el programa A dos voces.

En 2005 tampoco fue fácil: otra aliada, esta vez Elisa Carrió, y Rafael Bielsa, lo criticaron duramente. “Cómo me pegaste ese día, Lilita, y mirá cómo estamos ahora, de novios”, le llegó a decir a la chaqueña en un acto hace un par de meses, con una sonrisa.

Dos años después fue a debatir con Daniel Filmus y con Jorge Telerman. Más experimentado, apeló siempre a las propuestas pero resistió de mejor manera los cruces verbales.

El 2011 fue el único año en que el PRO no participó del debate electoral. Luego de aceptar ir a TN, Filmus decidió declinar la invitación y no se presentó. Macri terminó sólo con láminas donde debía explicar el plan de infraestructura. Este año aceptó, a pesar de la negativa de Scioli, ir a Argentina Debate. Como se espera para mañana, ese día prefirió prácticamente no confrontar, salvo la devolución de una chicana de Sergio Massa, a quien le recordó su pasado kirchnerista.