El coronel retirado
Aldo Mario Álvarez, prófugo de la Justicia por delitos de lesa humanidad cometidos
cuando era
jefe de Inteligencia del Cuerpo V de Bahía Blanca durante la dictadura,
dirige desde la clandestinidad una agencia de seguridad privada que funciona en la
ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Álvarez, quien se desempeñó como gerente de la empresa de seguridad
Alsina SRL hasta 1998,
se convirtió en dueño de la firma hasta el 2000, cuando le cedió las acciones a su
yerno, informó esta mañana el diario
Página12.
En el sitio de internet de
Alsina SRL
figura parte de la historia de la firma. Creada en 1948 bajo el nombre de Policía
Particular, la empresa se expandió
en 1976 “y decidió ampliar sus horizontes para prestar servicios en la provincia de
Buenos Aires”.
Como garantía de que otorga una buen servicio, la compañía especifica que
su personal es “retirado de las Fuerzas Armadas o fuerzas de seguridad”.
En 1988,
Álvarez había sido beneficiado con la ley de Obediencia Debida, pero la derogación
de las leyes del Perdón y la
reapaertura en el 2005 de la causa que investiga los crímenes cometidos en La
Escuelita Bahiense, permitieron que
el 8 de mayo del año pasado la Justicia pidiera su detención.
Cuando las fuerzas de seguridad fueron a buscarlo a su departamento del barrio de Belgrano,
ya no estaba. Un mes después, el
15 de junio, el juez de la causa pidió su captura.
Hoy,
las acciones de la empresa y el cargo de gerente están en manos de Rubén Héctor
Burgos, el marido de su hija.