Un militar acusado por robo de bebes apareció muerto

El robo de bebes durante la última dictadura militar suma un nuevo silencio: ayer apareció muerto con un tiro en la sien, de un calibre 9 milímetros, el teniente coronel Paul Alberto Navone, en un hotel de la Fuerza Aérea, en Ascochinga, una localidad a 55 kilómetros de la capital cordobesa.

Navone, quien debía prestar declaración el 3 de marzo en el marco de una causa que investiga la sustracción ilegal de recién nacidos en Hospital Militar de Paraná, Entre Ríos, le había comentado a su hijo sus ganas de quitarse la vida, por lo que la fiscalía caratuló el hecho como "averiguación de suicidio".

Su testimonio era fundamental para destrabar la causa que recrea lo sucedido con los mellizos de Raquel Negro, aún desaparecida. Según testimonio del represor Eduardo "Tucu" Contanzo, Navone había integrado el grupo de tareas que secuestro a Negro y la llevó a Paraná para dar a luz.

"Creo que sabía mucho del destino de los niños recién nacidos en ese hospital, era como la punta del iceberg", dijo Guillermo Germano, coordinador del Registro único de la verdad de Entre Ríos, informa hoy el diario Página/12. Con la muerte de Navone, gran parte de ese iceberg sigue bajo una gélida superficie, que congela y oculta la verdad de esos trágicos años de la historia argentina.