POLITICA
Cambi el "lilismo" por el kirchnerismo sin pestaear

Un pequeño retrato del flamante embajador en Washington

La extraña actitud hacia el periodismo de Timerman, que se dice a sí mismo periodista: hace algunos años, aconsejó a Elisa Carrió y a Francisco De Narváez no hablar con la revista Noticias

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Conozco a Héctor Timerman sólo por teléfono, y con eso me basta. La primera vez que hablé con él fue a mediados del 2002, cuando él andaba cerca de Elisa Carrió. Me contó que le había aconsejado un “renunciamiento histórico” a su candidatura presidencial, cosa que la líder opositora cumplió por apenas unas semanas para luego volver como si nada hubiera ocurrido.

Como tuve la desvergüenza –para él inconcebible– de escribirlo, se enojó conmigo. ¿Qué se suponía que debía hacer un periodista con esa información si no publicarla? A partir de entonces, le aconsejó a Carrió que no hablara más conmigo, y lo mismo le repitió a su por entonces amigo Francisco de Narváez.

Extraña actitud para alguien que se dice periodista. Timerman cambió el “lilismo” por el kirchnerismo sin pestañear, Carrió y De Narváez dejaron de discriminarme desde que él partió hacia el mundo K, y ahora el ex cónsul y futuro embajador en suspenso en los Estados Unidos espera que de una vez por todas le permitan asumir su nuevo cargo tras la crisis diplomática que desató el caso Antonini.

No sé por qué, pero mientras Timerman siga en Buenos Aires me lo imagino susurrándoles a Cristina y sus funcionarios que no se les ocurra hablar con nadie de la revista NOTICIAS. Buen viaje, embajador. Algunos no lo vamos a extrañar