Una jornada de testigos que derribaron hipótesis

Entre un torbellino de periodistas, la fiscal Viviana Fein arribó está mañana a su despacho para cumplir con una exhaustiva ronda de declaraciones. La jornada estuvo repartida entre los custodios del fallecido Alberto Nisman, su exmujer la jueza Sandra Arroyo Salgado, los empleados de la fiscalía, los miembros de la seguridad privada del edificio Le Parc, la empleada doméstica, el médico de Swiss Medical y el fiscal Carlos Stornelli.

​La declaración más contundente del día correspondió al cerrajero Walter, convocado para destrabar el ingreso al departamento de Nisman, quien reveló que la puerta de servicio no estaba cerrada con llave. La hipótesis de los investigadores tambaleó: siempre creyeron que la puerta de servicio estaba cerrada. La puerta principal solo puede abrirse con un código de seguridad.

"La (puerta) de servicio estaba abierta, empujé la llave y entré en dos minutos”, afirmó para luego agregar: “A esa puerta la podría haber abierto cualquiera", señaló el cerrajero. En tanto, sostuvo que “sólo tenía sólo el pestillo” que “se abre con un alambrecito”.

“Tardé un segundo, me llevó más tiempo guardar las cosas", confió a los periodistas a la salida de la fiscalía. 

Tres puertas. La fiscalía de la calle Tucumán al 966 se transformó en el epicentro de la causa hasta que las luces se posaron nuevamente en el lujoso piso 13 de Puerto Madero. Los investigadores de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman descubrieron un tercer acceso al departamento del edificio Le Parc en Puerto Madero, en el que detectaron una pisada y una huella digital. 

Ese pasadizo comunica, de un lado, con el departamento que habitaba el fiscal; y del otro, enfrentados ambos livings, otro que está habitado por un ciudadano extranjero, que no es de origen iraní, y en el que están ubicados equipos de aire acondicionado.
El pasillo, donde los investigadores detectaron una pisada presuntamente reciente y sobre el barral de protección una huella digital, es un estrecho desfiladero; en uno y otro extremo hay pequeñas puertas metálicas, que los investigadores tratan de determinar de qué manera -si es que había alguna- se podían cerrar y trabar por dentro.

Al que madruga. "No lo voy a citar porque no es de mi incumbencia", había señaldo la fiscal temprano al llegar a sus oficinas, en referencia al secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien arribó a las torres de Le Parc antes que el juez y la fiscal.

Promediando la tarde, la jueza federal María Servini de Cubría recibía una denuncia requiriendo investigar a Berni, por el delito de"incumplimiento de los deberes de funcionario público" y "encubrimiento”. 

“Asustado”.La fiscal Fein, mientras tanto, le tomó declaración a los custodios del edificio de Le Parc y al fiscal Carlos Stornelli, quien se había comunicado el viernes pasado con Nisman para ofrecerle resguardar algunas de las pruebas sensibles del caso.

"Lo noté asustado", dijo Stornelli a la prensa al retirarse de la fiscalía. Segundos después llegó la exmujer de Nisman la jueza Sandra Arroyo Salgado para hablar con la fiscal durante tres horas.

La fiscal, además, le tomó declaración a varios de los empleados de la fiscalía de Nisman, quienes afirmaron que el funcionario estaba "muy apurado" por recolectar y reproducir la prueba de su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández por el encubrimiento a Irán en el atentado contra la AMIA.

También interrogó a los custodios del fiscal a los empleados de seguridad del edificio, y a la empleada doméstica de Nisman, a quien le dejó un listado con los mandados, y al médico de Swiss Medical que fue convocado en la noche del domingo y constató el fallecimiento de Nisman.

Con el sol ya ausente la encargada de la investigación se retiró raudamente, sin brindar declaraciones y con más dudas de las hubiese imaginado.