POLITICA
SE APLICARA EN FORMA PAULATINA

Vidal y Ritondo avanzan en un plan para reformar la Bonaerense

Un primer diagnóstico mostró métodos obsoletos de investigación y exceso de comisarios. Declararán la emergencia en las cárceles.

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PARQUE AUTOMOTOR. El 30 por ciento de los patrulleros de la policia provincial estan inutilizables. | Cedoc

El protocolo antipiquetes no será la única novedad en materia de seguridad: la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, prepara una reforma de la Policía Bonaerense y del sistema penitenciario. El plan, que le acercó el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, comenzará a ponerse en marcha de forma paulatina dado que, por un lado, una parte de la fuerza está abocada al Operativo Sol en las zonas turísticas y, por otra, la compra de equipamiento llevará varios meses.

Según pudo saber PERFIL, Vidal solicitó un plan que incluya las áreas sociales y, por primera vez, el sistema carcelario, que se declarará en emergencia desde el martes.

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Los cambios en la Bonaerense comenzaron con la llegada de Pablo Bressi como flamante jefe, pero continuarán. En principio habrá una fuerte reestructuración entre los 91 mil policías y se le darán amplias facultades al ministro de Seguridad para “contratar servicios, reasignar funciones y destinos a todo el personal”, según la ley de emergencia que se votará el martes en la Legislatura.

Los ejes de la reforma pasarán por: incorporar tecnología y equipamiento, acotar la cantidad de departamentales, renovar el parque automotor, elevar la horas de formación, revisar legajos y modernizar el sistema pericial.

En el caso de la tecnología, hoy la Bonaerense no tiene un sistema de comunicaciones encriptado. “Es insólito, cualquiera puede escucharlos”, explica uno de los funcionarios. Además, Vidal pidió específicamente que se incorpore un sistema de seguimiento satelital. Tampoco hay un mapa del delito ordenado y sistematizado. Los fondos está previsto que salgan, buena parte, del fondo de endeudamiento que incluye el presupuesto y de aportes de Nación.

En cuanto al personal, uno de los objetivos será achicar la cantidad de departamentales, hoy más de cincuenta. “La división de departamentales se hizo en base a una cuestión de amiguismo, no puede haber más de veinte”, confían en el macrismo. Esto produjo un exceso de comisarios generales que generó una suerte de tapón: no se retiran y, por lo tanto, no hay ascensos.

Otro punto será revisar legajos. En un CD hay un Excel con los policías sumariados. Lo primero que llamó la atención fueron los motivos “laxos” con los que se separó de sus cargos a muchos. El temor: que haya habido bajas por oscuros motivos, como no ser parte de algún tipo de irregularidad.

En cuanto a las policías locales, Vidal ordenó ampliar su capacitación un 50%: ahora no habrá agentes sin, al menos, nueve meses de formación. También se cambiará la currícula: se incorporará más técnica policial.
El parque automotor es deplorable: según los primeros cálculos, más del 30% de los patrulleros están inutilizables. Del otro 70%, hay muchos en malas condiciones, con cubiertas viejas o falta de mantenimiento general.

Otro punto central será la modernización del sistema pericial, en manos de la Policía Científica, el auxilio que tiene la Justicia. Allí Vidal se encontró con un panorama sombrío. “Aún levantan huellas con polvo de grafito y una cinta scotch”, describe crudamente uno de los funcionarios del área.