El cura de la localidad neuquina de Centenario,
Rubén Capitanio, realizó una autocrítica y
pidió
"perdón en nombre de la Iglesia".Consideró que fue
"escandalosamente cercana a la dictadura".
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TElam
La penúltima audiencia del juicio que se le sigue al ex capellán policial Christian Von Wernich comenzó hoy con el testimonio del sacerdote Rubén Capitanio, quien realizó una dura autocrítica sobre la actuación de la Iglesia católica durante la última dictadura militar, al sostener que la institución tuvo "un grado de responsabilidad pecaminosa".
Capitanio denunció que había "obispos que sabían lo que estaba ocurriendo" en aquella época. "La Iglesia fue una madre que no buscó a sus hijos, eso me duele. La actitud de la Iglesia como institución fue escandalosamente cercana a la dictadura, a tal punto que yo diría con un grado de responsabilidad pecaminosa", apuntó.
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Capitanio, quien es el párroco de la localidad neuquina de Centenario, fue compañero de Von Wernich durante su permanencia en el Seminario Mayor de La Plata en 1972.
"Si algunos obispos ayudaron a salir del país a personas que eran buscadas, eso demuestra que sabían lo que estaba ocurriendo", expresó ante el tribunal. "Les pido perdón a todos en nombre de la Iglesia", dijo antes de retirarse del tribunal.
El sacerdote dijo que durante la dictadura "la Iglesia no mató, pero no salvó" a las víctimas de delitos de lesa humanidad, y entendió que "por no haber salvado es responsable de esas vidas".
Capitanio afirmó que la Iglesia "no cumplió con el deber de servicio a la vida". En la jornada de hoy prestarán declaración otro sacerdote y una Madre de Plaza de Mayo, en una audiencia dirigida a develar aspectos del rol de la Iglesia durante la última dictadura militar.
Capitanio es el primer representante de la Iglesia Católica en declarar en el juicio que se le sigue a Von Wernich en La Plata por delitos de lesa humanidad. Capitanio es párroco en la localidad neuquina de Centenario, fue colaborador de monseñor Jaime de Nevares y de las Madres de Plaza de Mayo desde 1978, y compañero de seminario de Von Wernich.
En la audiencia declarán a pedido de la querella Capitanio y la Madre de Plaza de Mayo María Carballeda de Ceruti. Además, prestará declaración el párroco de la ciudad de Trenque Lauquen, Pedro Traveset.
El sacerdote Rubén Capitanio afirmó que el proceso al ex capellán de la policía bonaerense reabrió "una herida infectada con impunidad" y consideró que en el accionar de la Iglesia durante la dictadura hubo "un poco de bueno y mucho de malo".
"El juicio me da un dolor y una vergüenza muy grande, pero también una gran esperanza. Porque la herida infectada con impunidad, aunque con dolor, era necesario que se abriera para curarla", dijo el párroco de la localidad neuquina de Centenario.
Capitanio tiene varios motivos para convertirse en el primer integrante de la Iglesia católica en declarar en el juicio que se sigue en La Plata: fue colaborador de monseñor Jaime de Nevares y acompañó de cerca a las Madres de Plaza de Mayo desde 1978, pero además fue compañero de seminario de Von Wernich.
Según explicó, será "testigo de concepto más que de hechos" porque no volvió a tener contacto con el cura acusado desde 1976, cuando comenzó a desempeñar su tarea pastoral en el sur, y señaló que su misión, cuando declare hoy, será "dejar en claro cuál es la doctrina de la Iglesia respecto de los delitos que se investigan".
No obstante, dijo que lo que se escuchó hasta ahora en el juicio demuestra que se trata de "delitos tan graves que parecen inconcebibles en la mente de cualquier ser humano" y aún más en alguien "preparado para defender la vida hasta con su propia vida"
En cuanto al final del juicio, Capitanio consideró que "será muy difícil absolver a una persona después de tantas pruebas que se han acumulado" en su contra y dijo que "si bien no sería del todo culpable, hay una complicidad muy grave".
En cuanto a la situación eclesiástica del ex capellán de la bonaerense luego del juicio, el Episcopado ya dejó trascender que esperará el veredicto del tribunal bonaerense para decidir si se pronuncia sobre la situación de Von Wernich.
La Madre de Plaza de Mayo, María del Rosario Carballeda de Ceruti, aportará información sobre la complicidad de algunos sectores de la iglesia con los represores y su actividad en los centros clandestinos de detención.
