PROTAGONISTAS
dia libre en la capital italiana

Awada, Macri y la familia ensamblada de paseo por Roma

Viajaron con Antonia –su hija en común–, y con Valentina Barbier y Agustina, las hijas que tuvieron con sus respectivas ex parejas. Hoy todos verán al papa Francisco.

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SALIDA. Ayer, Macri, Juliana con Valentina y Antonia caminando por las calles de capital italiana. | TELAM
A casi un año de mandato, Juliana Awada sigue ganando terreno al lado de Mauricio Macri. La esposa del Presidente avanza en la participación de actos de carácter social, como así también escolta a su marido en reuniones y viajes protocolares. Esta semana, luego de encontrarse con Máxima, hizo las valijas y se subió a un avión para acompañarlo en el segundo viaje en ocho meses que hace para encontrarse con el papa Francisco.
Macri llegó ayer en un avión de Alitalia a las 6.30 hora local (1.30 de Argentina) y se hospedó junto a su familia en el hotel De Russie (ver aparte), el mismo donde estuvo la última vez que pasó por Roma. Awada y Macri disfrutaron de su “día libre” y salieron a caminar por la ciudad.  Y hoy se verán con Francisco, quien ya expresó que no tiene pensado visitar la Argentina el año próximo.
Este viaje se da en un momento donde Macri intenta mostrar una relación más distendida con el Papa, y en el marco de la ceremonia de canonización del cura Brochero que será mañana domingo.

Los tuyos, lo míos... Además de Antonia, la hija menor de Macri y Awada, viajó esta vez Valentina, la hija de 13 años que la primera dama tuvo con el millonario belga, Bruno Barbier. Pero también fue de la partida Agustina, producto del matrimonio que Macri tuvo con Ivonne Bordeu; madre también de sus otros dos hijos mayores.
La postal de ayer graficó la familia ensamblada, esa imagen que Macri no suele mostrar en demasía. Se sabe: según las mediciones, la imagen del Presidente se acrecentó no sólo con Juliana, sino con Antonia, quien fue incluída en reiterados actos de campaña del año pasado, como así también con su padre ya siendo Presidente este año. Antonia es sumada constantemente, además, en las redes sociales, otra de las herramientas que el Gobierno usa en materia de imagen.

Los hijos mayores de Macri –Francisco, Gimena y Agustina–, mantienen un perfil bajo. Sin embargo, Macri rompió el molde esta vez y decidió llevar a Agustina. No es casual que esta cineasta de 35 años esté ahora en Roma: la joven está en proceso de preparación de la que será su ópera prima: Amor y anarquía, un largometraje basado en el libro homónimo de Martín Caparrós, que describe la historia de María Soledad Rosas Rosas, una argentina de familia de clase media alta egresada de la carrera de Hotelería, quien a los 23 años y de viaje por Italia, se sumó a una agrupación de okupas. Detenida junto con su novio decide suicidarse mientras cumple arresto domiciliario.
El hecho de que Agustina esté presente en este viaje también podría responder a otra variable. Hace dos semanas, en una entrevista con a PERFIL, Malena Galmarini –la esposa de Sergio Massa–, deslizó a su manera una crítica sobre la familia presidencial. “Juliana y Macri tienen otros hijos que no aparecen, como si se ocultara que son una familia ensamblada, es un reflejo conservador, la búsqueda de la imagen de una familia tradicional”, dijo Malena.


El hotel que elige el Presidente

Es uno de los lugares más emblemáticos de Roma. Sus paredes supieron albergar al artista Pablo Picasso y al poeta Jean Cocteau, entre otros. Se trata del lujoso Hotel De Russie, diseñado por el famoso arquitecto italiano Giuseppe Valdier. Elegante, con una mezcla de arquitectura clásica y moderna, han pasado por De Russie miembros de la realeza europea, aristócratas y artistas reconocidos.

Para Macri ésta ya es su segunda casa, porque estuvo en sus visitas anteriores como jefe de Gobierno y Presidente. El lugar se impone antagónicamente a El Edén, el lujoso hotel donde solía hospedarse Cristina Kirchner y su comitiva en cada viaje que realizaban. De Russie cuenta con una selecta vista a toda la ciudad, está ubicado a metros del famoso restaurante “Dal Bolognese” y a pocas cuadras de la Piazza di Spagna y de la Via Condotti.

El hotel tiene 34 suites, muchas de ellas con terraza privada. El servicio más barato comienza en los diez mil pesos la noche y la suite más cara cuesta alrededor de 146 mil. Los costos varían de acuerdo a la habitación que se elija y con qué cantidad de gente uno se hospeda. Sin dudas el gran atractivo del lugar es el verde. Se trata del denominado jardín secreto, el pulmón del edificio donde se encuentra el restaurante que ofrece una variedad de comidas tanto de Italia como de todo el mundo.