PROTAGONISTAS
Entrevista con PERFIL

“Bajé 15 kilos pero no hago dieta; el trabajo me hace bajar de peso”

La gobernadora bonaerense luce un cambio físico y cierto cansancio de la gestión. Cómo vive esta nueva etapa con su marido, intendente de Morón.

Feliz. “Para muchos es un cambio, ya se van a acostumbrar a una mujer”, dice.
| Cedoc

Llegó al poder de la provincia de Buenos Aires hace casi tres meses rompiendo con la tradición de los barones del Conurbano. Trabaja desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche, bajó 15 kilos desde que comenzó la campaña y la palabra que más menciona es “esfuerzo”. Dice que lo vive como un compromiso y asegura que no le tiembla el pulso pese a que muchos la tildan de Heidi. Pero María Eugenia Vidal es más que la gobernadora, es la madre de Camila (15), María José (13) y Pedro (7) y esposa de Ramiro Tagliaferro, intendente de Morón. En vísperas del Día de la Mujer se presta a una charla distendida.

—¿Cómo vive ser la primera gobernadora?
—Como una gran responsabilidad. Tengo un trabajo muy intenso. Pero al mismo tiempo lo veo como una oportunidad para demostrar que se puede hacer política de otra manera.
—¿Cuál es el límite para la política?
 —La cena familiar. Trato de cortar para poder llegar a las 9 a casa y cenar con mis hijos. Aunque no siempre lo cumplo.
—¿Cómo se define como madre?
—Mi hija mayor dice que soy intensa, es su manera elegante de decirme que le estoy muy encima. Pero me gusta ocuparme y quiero hacerlo. Hago mi mayor esfuerzo para que sigan teniendo la vida de antes. Soy una mamá más allá de que sea la gobernadora. quiero que ellos sientan que estoy cada vez que me necesiten. Aunque no sea presencialmente.
—¿En su casa se habla de política?
—Tratamos de que no.  Aunque el teléfono te suena a toda hora y tanto mi marido como yo somos muy responsables.
—¿Y cómo pareja encontraron su espacio?
—Es difícil, los dos estamos bajo enormes responsabilidades y nos toca dar peleas fuertes todos los días. Más allá de que hay un profundo amor de muchos años y eso ayuda mucho. Pero todavía nos estamos adaptando.
—¿Hace dieta?
—No, ¡es el trabajo lo que me hace bajar de peso! Estuve muy exigida y el cuerpo también lo siente. De repente me doy cuenta que son las 5 de la tarde y no comí nada. Desde que empezó la campaña hasta ahora, o sea desde hace casi dos años, bajé como mínimo 15 kilos. Es la primera vez que no me tengo que preocupar por el peso, lo que es una novedad.
—¿Tiene a alguien que prepare el look?
—No, pero le he preguntado a Juliana Awada algunas veces, porque sabe mucho de esto y a Fabián Medina Flores que es un amigo. O a mis amigas, o mi mamá que me reta si voy a dos programas con la misma camisa. Pero mi mayor energía no está puesta en eso.
—¿Siente que la tratan diferente por ser mujer?
—Sin duda para muchos será un cambio. No sólo por el género, sino porque yo tengo un estilo que no se parece a los que gobernaron la Provincia hasta ahora. Ya se van a adaptar, soy optimista. Me parece que la sociedad  machista existe y que la doble prueba para las mujeres existe. Pero para mí es más un obstaculo para superar que algo para victimizarme. Lo cierto es que así son las reglas del juego y en todo caso mi aporte es para las mujeres que vengan atrás de mí. Soy consciente de que estoy ocupando un cargo que por primera vez lo ocupa una mujer y que lo que haga va a impactar.  
—¿Teme que la política la endurezca?
—Me hice una promesa: a mí me puede ir bien o mal, pero el sistema no me va a cambiar. Cuando esto se termine voy a seguir siendo yo misma. El poder es algo que tenés que tratar con respeto y administrar y que no te administre a vos. Y yo trabajo todos los días para que eso no me pase. Salgo a la calle, hablo con la gente, son mi cable a tierra.

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