Estigmatizadas; más o menos mediáticas; enamoradas como Susanita algunas veces, algo interesadas sólo en la billetera en otros casos. Las mujeres de futbolistas primero, y luego las tenistas, han tenido que lidiar con los motes de Botineras y raqueteras respectivamente. En los 90, fue Mariana Nannis, la esposa de Claudio Paul Caniggia, la que llevó a la tapa de todas las revistas la fastuosa vida que tenía con el jugador de fútbol. Nannis, se transformó en ese ícono para muchas que siguieron su camino. Este es el caso de Wanda Nara, la ex mujer de Maxi López, quien ahora está casada con Mauro Icardi. En el caso de las raqueteras, ellas se presentan tal vez un poco más refinadas y algo más reticentes a llevar a cuestas el término. Este es el caso de Marcela Kloosterboer, quien se ganó ese mote por ser la novia de Gastón Gaudio. Otra que fue señalada como raquetera fue Luisana Lopilato, quien estuvo en pareja con Pico Mónaco. Para completar la trilogía, imposible olvidar a Sofía Zámolo, novia en su momento del tenista David Nalbandian.
