Camilo Vaca Narvaja: novio y familia con ADN militante

Fue en el sur, en El Calafate, en medio de un acto que llevó a cabo vía teleconferencia con Mariano Recalde y Florencio Randazzo, que nada tenía que ver con su vida personal, cuando lo confirmó. Porque, tal cual ella misma aseguró: “Reventaba de ansiedad (...) A las mujeres nos encantan las nietas mujeres”, sentenció la Presidenta, rozagante, con nuevo peinado y una sonrisa exultante. De ese modo, confirmó que su hija Florencia está embarazada. Y esto puso otra vez en el centro de la escena a Camilo Vaca Narvaja, novio de Florencia e intengrante de una familia con historia militante setentista: su padre, Fernando, fue uno de los fundadores de Montoneros.

La relación entre los jóvenes, si bien se conoció ahora, data de un año. Incluso, en el círculo de la militancia, donde se conocieron, era vox pópuli. La primera vez que se vieron fue en 2012, en una fiesta de La Cámpora, en Parque Patricios. Allí hubo sólo un saludo formal y cruce de miradas. El segundo encuentro fue en abril de 2013, en medio del operativo armado por esa agrupación  para ayudar a los damnificados por las inundaciones. Ahí charlaron sobre sus historias familiares y se produjo el flechazo. Pero fue recién en marzo de 2014 que volvieron a verse y nunca más dejaron de hacerlo.  

Por entonces, él ya militaba en el Movimiento San Martín, que impulsa la presente candidatura a gobernador de Julián Domínguez. La presentación oficial no tardó en llegar. Sucedió hace seis meses y fue en la quinta de Olivos. Florencia llevó a Camilo para que conociera a su mamá.

Política. Quienes recorren el Conurbano con el joven dicen que está feliz y cuando se lo consulta por el nombre que le pondrán al bebé –ya se sabe que será nena y que nacerá a fines de agosto– no descarta bautizarla con el que se mencionó en los medios esta semana: Juliana.

Camilo hoy reparte su tiempo entre su noviazgo y el trabajo que le demanda la intensa campaña que hace junto al candidato Domínguez. Cuando se lo consulta sobre por qué eligió el Movimiento San Martín para militar, responde: “Porque es el que mejor representa la lealtad a Cristina”. Hoy, además de acompañar ese proyecto, es el director de enlace entre la Cámara de Diputados y el Parlamento del Mercosur ( Parlasur), cargo que se le otorgó en enero y por el que percibe en bruto un sueldo de 33 mil pesos. A pesar de la exposición mediática actual, quienes militan con él aseguran que “es de muy bajo perfil, humilde, querible y educado,  cero soberbia. Domínguez lo consideraba un referente de su movimiento desde antes de su noviazgo con Florencia. No es un paracaidista”.

Gen combativo. Pero su vocación militante es algo que lleva en la sangre. Es nieto de Hugo Miguel Vaca Narvaja, que fue ministro del Interior durante los últimos diez días de la presidencia de Arturo Frondizi. Fue secuestrado y asesinado, en 1976, por la dictadura militar. Fernando, padre de Camilo, fue uno de los fundadores de Montoneros y uno de los sobrevivientes, en 1972, de la Masacre de Trelew (ver recuadro). Su madre, María Fleming, también integró dicha organización. Esta militancia los llevó a exiliarse en México, donde nacieron Camilo y Sabino. Es en ese país donde hoy la tía de Camilo, la ex diputada  Patricia Vaca Narvaja, reviste como embajadora.  

Ya en Argentina, Fernando tuvo una gomería en Paternal, luego fue funcionario en Río Negro: presidente de Tren Patagónico y ministro de Obras Públicas. Pero en 2014 renunció y hoy vive en Bariloche.

Camilo lleva con orgullo el pasado político de su familia y, ante la pregunta sobre si su padre era montonero, responde : “Sí, y mi vieja también”.

“Mi papá era montonero y mi mamá también”. Fernando Vaca Narvaja es hoy el único sobreviviente de lo que se conoció como la Masacre de Trelew: en 1972, un grupo de montoneros escapó de la cárcel de Rawson y desde el aeropuerto de Trelew pensaban volar a Chile para asilarse. Pero fueron encontrados y fusilados; incluso, Susana Lesgart, pareja de. De esta masacre sobrevivieron cinco personas incluido Fernando; luego tres de ellos fueron desaparecidos o asesinados por la dictadura militar, y Enrique Gorriarán Merlo, que murió en 2006. La madre de Camilo también formó parte de Montoneros. En su Facebook el joven compartió una foto en la que se la ve con traje de fajina: “Mi vieja hace (...) el 19 de julio de 1979 entrando a Managua junto con las columnas guerrilleras del Frente Sandinista de Liberación Nacional”.