PROTAGONISTAS
el show del coliseo

Charly García: rock, amigos y contención para tocar en vivo

Se presentó de forma sorpresiva. Graciela Borges, Zorrito von Quintiero, José Palazzo, Nora Lezano y Nicolás Cuño cuentan cómo es ser sus incondicionales.

1702_charly_garcia_coliseo_joaquintemes_g.jpg
Escena. Charly tocó 90 minutos para 1.700 fans que en 48 horas agotaron las localidades del teatro porteño. | joaquin temes

En 30 minutos, 1.700 entradas agotadas. Locura total impartida por el –quién si no– ícono viviente del rock. Charly García, 66 años, y las ganas de seguir tocando para su público, hoy de todas las edades, que “sufre” cada vez que tiene que competir en una especie de carrera contra el tiempo para poder ver a su ídolo arriba de un escenario. Al igual que casi hace un año, el músico volvió a usar esta modalidad no apta para cardíacos: anunció el show en las redes, sin prensa y unos días antes. Si de analogías se trata, el show en el teatro Coliseo fue eso, un electroshock manifestado con su presencia y la puesta visual que hizo referencia al ingeniero Nikola Tesla.

Arrancó con el clásico Insituciones. Tocó temas de Random, su último disco, y también “de las que sepamos todos”, como Promesas sobre el bidet, Demoliendo hoteles, Funky y Los dinosaurios, entre otras.

Detrás de este gran artista, están sus incondicionales, aquellos que lo apoyan tanto desde la producción como en lo afectivo. Sin dudas, uno que lo vive bien desde adentro es Fabián “Zorrito” von Quintiero, uno de los músicos que lo acompañan desde hace ya varios años. “Fue un show tremendo. Desde el momento en que se empezó a gestar y cómo se dieron los ensayos. Hubo buena vibra. El jueves buena onda, él estaba tranquilo, de buen humor, concentrado y atento a cantar”, cuenta Von Quintiero a PERFIL. “Todo fue alegría, él estuvo con sus seres queridos. Trabajar en esto es una caricia a un tipo que nos dejó todo para que el rock sea lo que es”, dice por su parte a PERFIL José Palazzo, mánager y productor de este Charly que estamos viendo.

  Pero, ¿cómo es este Charly? “Es Charly en estado puro, es el Charly a esta altura de la vida, tranquilo, sin nervios. Es algo novedoso. Estuvo ahí, como domando la parada, tirando buena onda a todos, sin fastidio”, agrega el Zorrito. A sus allegados no les gusta hablar del tema, pero el Charly que estamos viendo, aquel capaz de subirse a un escenario y tocar 90 minutos, también es un Charly con una salud que tiene sus altibajos. “Estuvimos preocupados por él y ahora está muchísimo mejor”, suelta a PERFIL su amiga Graciela Borges, otra de las presentes el jueves en el back junto a Fito Páez, su compañero de ruta, y los Ortega, parte de su familia a esta altura. “Ver a Charly es volver al corazón –sigue Borges–. Es mi amigo desde tantos y tantos años, fue un honor poder abrazarlo y escucharlo arriba del escenario. Yo hablo siempre con él pero verlo tocar es alegría completa para un amigo tan amado”.

Otra que aparece ahí, en ese núcleo primario, es Nora Lezano, la fotógrafa que supo retratarlo durante varios años y que hoy disfruta de su compañía desde otro lado. “Charly es el músico al que más fotografié. Y cuando no lo fotografío, estoy ahí cerca, visitándolo, riéndome con sus chistes, mirando pelis de Kubrik, cuidándolo, tomándonos un amaretto. Amo a Charly García. Mucho. Crecí con su música y tuve la suerte de vincularme afectivamente con él”, dice a PERFIL Lezano, quien también disfrutó del show del jueves. “Fue increíble, aunque me cuesta ser objetiva. Mientras le sacaba fotos, pensaba: ‘!Qué felicidad me da verlo feliz disfrutando de tocar!’. Porque sé lo que significan para él estos regresos, las ganas de tocar en vivo que tiene. El esfuerzo y el trabajo que hay detrás de esto. Las puestas, las visuales, el vestuario, los ensayos: todo está craneado por él”, agrega la fotógrafa. Como dice Lezano, son varios los que de distintos lados y formas hacen su aporte. Otro de ellos es Nicolás Cuño, dueño de Key Biscayne, quien vistió al músico con una onda rockera de los años 50. “Lo vi muy emocionado y aferrado a la camaradería de Palito (Ortega) y el Zorro, todos dándole empuje a este Charly que tiene mucho para seguir dando todavía.

Seguir en carrera. Sus incondicionales dicen que así será, que él tiene resto. Algunos fantasean con un estadio River, una idea algo osada para Von Quintiero. Habrá un nuevo show, eso con seguridad. “Quiere tocar a pleno, pero siempre en lindas salas, que ofrezcan contención. Seguramente, sepan los fanáticos, el próximo tendrá el doble de magnitud, de capacidad, de gente. Todo llega, con tranquilidad”, finaliza el Zorrito.

Un genio olvidado

Corriente alterna, motor polifásico de inducción, aeroplano de despegue y aterrizaje vertical, bobina de Tesla e incluso la radio aunque Marconi, según la historia y los hechos, se quedó con los laureles y demás. Nikola Tesla fue un inventor austríaco a quien la historia relegó aun cuando para muchos es de los hombres más influyentes en la ciencia y la tecnología. Sin embargo, no solo Elon Musk desempolvó su nombre. Ahora también lo hizo Charly García y lo potenció sobre un escenario. Tesla trabajó con Thomas Alva Edison pero diferencias de enfoques respecto a qué tipo de corriente era mejor generaron una grieta en esa relación y el norteamericano, dice la historia, no generó bálsamos para mejorarla, movido sobre todo por cierta envidia ante las propuestas de este joven austríaco a quien había contratado para sumarlo a su equipo.