Flor K tiene novio nuevo: es militante peronista, cumbiero e hincha de Boca

Tras un  breve e intenso romance que dio su mejor fruto –la pequeña Helena, de un año–, sus caminos amorosos se bifurcaron y cada uno rehizo su vida sentimental. En la última semana fue él, Camilo Vaca Narvaja, quien blanqueó su relación con una chica llamada Carla. Pero PERFIL pudo saber que Florencia Kirchner (26) también se encuentra acompañada: un joven llamado Emiliano Dau.

“Nos estamos conociendo”, confirmó Dau escuetamente –pero sin dudarlo– a PERFIL. Y luego, antes de llamarse al silencio absoluto, reveló: “La conocí hace un par de meses por un compañero en común de la agrupación”.

El joven en cuestión tiene 25 años, nació el 2 de abril de 1991, y es hijo del juez de garantías de La Matanza Marcelo Dau y de la contadora Beatriz Masnatta.  En su Twitter, donde tiene 5.400 seguidores, se define como “Bostero y peronista”. Y agrega: “Justicialismo-riquelbianchista. Mate, siesta, truco, cumbia y asado”. Y al igual que el ex, de Florencia, Dau también milita. Pero en la Juventud Peronista Descamisados, una organización juvenil que nació al calor de la resolución 125, el proyecto de retenciones móviles que desencadenó el lockout agropecuario patronal de 2008. Y junto con La Cámpora y el Movimiento Evita es de las agrupaciones más fuertemente vinculadas al kirchnerismo. Su amor por la causa se traduce en todos sus tuits. Incluso en sus fotos, en las que se ve una escultura a Néstor, y una selfie junto a Florencio Randazzo. “Veo que marchar contra Macri es golpista. Hacer un golpe efectivamente a Dilma es un proceso institucional”, escribió en uno de sus posteos.

Su nombre también aparece en los buscadores ligado al ataque que sufrieron los jugadores de River en un Superclásico de 2015 donde se hablaba de cortar la manga por la que pasan los futbolistas y meter gas. Algo a lo que Dau se refirió en sus redes sociales como un chiste que hizo, pero que nada tuvo que ver con el incidente y que no incitó a nadie a hacer nada. En Linkedin, Emiliano arma su escueto currículum con dos experiencias laborales, una como empleado en atención al cliente en una marca de indumentaria donde dice haber trabajado desde 2009 hasta 2011, y la última y actual, como empleado en Sube, la tarjeta implementada por Randazzo.