La saga que comprende la trilogía de Cincuenta sombras de Grey vendieron 900 mil ejemplares en Argentina –cien millones de copias en todo el mundo–; y a 14 días del estreno de su versión cinematográfica logró un nuevo récord en el país: 55 mil entradas se agotaron de manera anticipada sin todavía haberse lanzado la campaña publicitaria. Este suceso cinematográfico que se avecina a nivel mundial convirtieron al protagonista del film en el nuevo objeto de deseo creado por la factoría hollywoodense. Esta galán se llama Jamie Dornan. “Sé que no soy el Christian Grey que todos querrían. Los libros son así. Todos los leemos y nos hacemos nuestra propia composición de los personajes. No soy el personaje que esperan, como tampoco lo habrían sido Charlie Hunnam, Matt Bomer, Alexander Skarsgard... O cualquiera de los otros mencionados para interpretarlo. Afortunadamente, para la gente del estudio, para Sam Taylor-Johnson –la directora– y para todos los que tienen algo que decir en temas de casting, fui la elección correcta. Y aquí estoy”, dice Jamie, quien a sus 32 años afronta su ascenso al estrellato junto con su mujer, la actriz, cantante y pianista inglesa Amelia Warner –conocida como Slow Moving Millie–, y su hija de poco más de un año.
Jamie es norirlandés, tiene ojos claros, mirada insinuante, y pelo castaño. Y si bien estos no son sus primeros pasos en la actuación, sí es su debut en lo que se llama un “tanque” de Hollywood. En un par de semanas, cuando Cincuenta sombras... llegue a las pantallas de cine, nadie volverá a mirarlo igual. “Cada persona que me encuentro, especialmente en Los Angeles, gente que va a los estudios, otros actores, e incluso, desconocidos, me preguntan: ‘¿Estás listo?’ Pero no tengo una buena respuesta para eso porque no sé qué significa estar listo. Lo que tenga que suceder, sucederá”, dice Jamie. Claro que para llegar a esto trabajó duro. En sus genes existía la actuación, su papá es un obstetra reconocido que en algún momento consideró convertirse en actor. Y la actriz Greer Garson fue abuela de uno de sus primos. Cuando su mamá falleció, él tenía 15,y su papá lo envió al Methodist College en Belfast donde demostró tener inclinación por la actuación. Tiempo después dejó la universidad para ir a Londres e iniciar su entrenamiento como actor. Y se anotó en una agencia de talentos. Fue modelo de Calvin Klein junto a Kate Moss y Eva Mendes; de Christian Dior; de Aquacustum junto a Gisele Bündchen; y de Armani, entre otras marcas. Fue en ese entonces cuando tuvo un noviazgo con Keira Knightley.
En 2006 Sofia Coppola descubrió su atractivo lo que le valió un papel secundario en el film María Antonieta.Dos años después consiguió un papel en la cinta de terror Beyond the Rave y otras más. En 2011 apareció en ocho episodios de Once Upon a Time, una serie televisiva de la cadena ABC en la que interpretó al sheriff Graham. Pero fue en 2012, en el policial The Fall (ver recuadro) donde se consagró. Y en octubre de 2013 se anunció que interpretaría a Christian Grey junto a Dakota Johnson, la hija de Melanie Griffith y Don Johnson. Para ambos, un desafío. Allí su físico está en primer plano y pese a que dicen que tiene la anatomía perfecta asegura que no le gusta entrenar. “Tuve cuatro semanas para preparar mi cuerpo. Por suerte, gozo de buenos genes y de un metabolismo que no me hace engordar. Y aunque me gusta el deporte, carezco de disciplina, siempre busco excusas para no entrenar”. Otra cosa que tuvo que hacer, muy a su pesar, fue afeitarse. “Sin la barba me siento desnudo, no me gusto sin ella. Todos tenemos un punto débil y el mío es la cara”, dice. En cuanto a la ropa lejos de vestir los trajes a medida que usa en cada presentación o los que luce su personaje, prefiere jean y remera. “Mi armario es una ruina. Puedo hacer un esfuerzo para quedar bien. Los años de trabajo en la moda me enseñaron algo. Confieso que cuando me veo en traje me doy cuenta que debería vestirme más seguido así; como lo hace Grey. Aunque él y yo no nos parecemos. Es más, espero que a la mitad de la gente que leyó el libro yo le guste jugando a ser Christian Grey”.
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Hace dos semanas, Netflix lanzó la segunda temporada de The Fall (La caída), la serie que convirtió a Jamie Dornan en un actor exitoso. La primera temporada la produjo la cadena inglesa BBC, duró cinco capítulos y su rol de asesino serial –y psicólogo y padre y esposo tierno– seguido por la teniente Gillian Anderson –la famosa Dana Scully de Expedientes X–lo consagró definitivamente. El 7 de enero, en California, Dornan, Anderson y Allan Cubitt, creador, guionista y director de The Fall, dieron una conferencia de prensa. Allí, hizo sonreír al público cuando explicó que antes de rodar las escenas fuertes con las mujeres que fueron sus víctimas fatales, siempre se disculpaba por anticipado con ellas; les decía que quería que la escena saliera perfecta, pero que a él le costaba bastante actuar esas situaciones.”
