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el “ultimo ceo” de la era telefonica

Juan Waehner: “Telefe fue la etapa más intensa y de mayor aprendizaje en mi vida”

Es ingeniero industrial y pasó de ser gerente general de Telefónica a CEO televisivo. Fue una movida que sorprendió a muchos y que, explicó a PERFIL, le cambió la vida.

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Presente. Estuvo más de tres décadas en el corporativo, pero este año su “agenda” pasa por el mundo emprendedor y las innovaciones que permite la tecnología. | aballay

Su designación como CEO de Telefe en febrero de 2012 causó revuelo dentro y fuera de la emisora: Telefónica había elegido a un hombre propio, sin historia en el mundo del espectáculo, y además ingeniero industrial. Ese desafío fue, según definió a PERFIL Juan Waehner “la etapa más intensa y de mayor aprendizaje en mi vida profesional”. La transformación interna que hizo del canal es un caso de estudio, por ejemplo, en la Universidad Austral. Retirado del mundo corporativo, pero entusiasmado con lo que él llama “la cuarta revolución  industrial”, Waehner habló con PERFIL sobre su experiencia como CEO de Telefe, una que terminó tres meses después de que –en noviembre de 2016– se oficilizara la venta a Viacom por US$ 345 millones.

—¿Cuál fue su sensación  inicial cuando le anunciaron que se haría cargo de Telefe?

—¡Una gran sorpresa, mucho vertigo! Y un enorme desafío pues no conocía nada del mundo del broadcast TV y la producción de contenidos. Ya en ese entonces se vislumbraba una convergencia entre las telecomunicaciones y los contenidos audiovisuales, especialmente por la fuerte disrupcion digital y el crecimiento exponencial del video en los teléfonos móviles. Eso me impulsó y generó confianza, ilusión y muchas ganas de aprender.

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—Hasta entonces, qué representaba Telefe para usted, un ingeniero con un recorrido ajeno a ese mundo?

—Era una importante empresa del Grupo Telefónica. Si bien era muy respetada dentro del grupo, existía escasa sinergia entre ambas. Ocasionalmente intentábamos nutrirnos de Telefe en materia de creatividad y comunicación, pero debo confesar que en ese entonces, tenía un entendimiento muy limitado del ambiente televisivo y del potencial aporte que Telefe le podría brindar a Telefónica.No obstante, a la distancia me doy cuenta que el mundo del entretenimiento siempre ha sido un factor relevante en mi modelo de gestión y en mi forma de comunicarme con la gente.

—¿Cómo fueron esas primeras reuniones con las figuras del canal al ser recibidos por un ingeniero industrial y no por alguien del medio? ¿Hubo prejuicios, anécdotas de todo eso?

—¡Muchas anécdotas y de todo tipo! Publicables ninguna.Todas las figuras fueron siempre muy amables y atentas. Y si tenían prejuicios y desconfianza, al menos inicialmente, entiendo que era natural y esperable. Hoy tengo un gran agradecimiento con todos ellos y con la gente de Telefe por haberme permitido ser partícipe de una espectacular transformación que llevó a que uno de los conglomerados más relevantes del mundo como Viacom confiara e invirtiera en una empresa argentina.

—¿Percibe algo de su impronta en la programación de Telefe?

—Sigo observando esa gran pasión, talento y amor que la gente de Telefe manifiesta en cada momento. Esa gran mística que fue desarrollada desde el nacimiento de la empresa en los 90 no la inventamos nosotros. Sí fuimos capaces de transformarnos, de crecer y tener éxito a pesar de los cambios radicales que sufrió el sector. Supimos generar la sustentabilidad del negocio sin perder la mística.  

—¿Ve TV abierta?

—Miro todo tipo de contenidos que me informen, entretengan, sorprendan e inspiren.

—¿Hacia dónde se direcciona –o debería hacerlo– la TV abierta dado que el encendido va en descenso?

—La disrupcion digital ha fragmentado a la audiencia pero a su vez, ha facilitado y aumentado el visionado a través de multiples dispositivos. De hecho, muchos consideran el actual momento, como la “época de oro de la TV”. A mi juicio, la TV abierta sigue y seguirá siendo por varios años, aquí y en el mundo entero, el canal de distribución por excelencia debido a su cercanía con el público, su masividad y simultaneidad. En todo caso, la audiencia privilegia buenas historias, contenidos de calidad y que representen y reflejen su estilo de vida, sueños y aspiraciones

—¿Qué le dejó el manejar los egos de creativos y artistas de un canal tan exitoso?

—Todas las personas y comunidades tenemos nuestros egos y formas de percibir la realidad, no sólo los creativos y artistas. En un principio, no tuve la sensibilidad ni la empatía adecuada; fue una evolución, un gran aprendizaje. Tengo una enorme gratitud hacia la gente que supo aceptarme y enseñarme durante mi permanencia en la empresa.

—¿Hubo momentos en que se preguntó qué hago acá?

—Hubo infinidad de momentos difíciles e inciertos, que impactaron negativamente en mi estado de ánimo, afectando vínculos laborales y familiares.También muchos de gran pasión, entusiasmo y plenitud. Sí tuve que apelar a terapias varias: desde el deporte hasta yoga y psicología. Debo destacar que mi mujer y mis cuatro hijas jugaron un rol fundamental en cuanto a respaldo y contención en todo ese tiempo.

—¿Qué le aconsejaría a quien ocupe un cargo como el suyo?

—Que haga foco en el entendimiento del contexto y de la cultura vigente de la empresa antes de proponer o imponer cambios o mejoras en la gestión. ¡Todo lo que no supe hacer de entrada! Dicho de otro modo, el no saber “leer” el clima organizacional interno y no apreciar los valores de dicha cultura suelen ser actitudes muy dañinas.