“No quiero vivir en un mundo en el que Kylie Jenner no tenga mil millones de dólares”, escribió en su Instagram el cómico norteamericano Josh Ostrovsky. El chiste surge a partir de la tapa de la revista Forbes donde se muestra a la menor del clan Kardashian como una empresaria exitosa que a los 20 años tiene una fortuna de US$ 900 millones.
Disputa. A los 23, Zuckerberg hizo sus primeros mil millones de dólares; Kylie, de 20, hizo en tres años sus primeros 900 millones. |
afp
“No quiero vivir en un mundo en el que Kylie Jenner no tenga mil millones de dólares”, escribió en su Instagram el cómico norteamericano Josh Ostrovsky. El chiste surge a partir de la tapa de la revista Forbes donde se muestra a la menor del clan Kardashian como una empresaria exitosa que a los 20 años tiene una fortuna de US$ 900 millones. De hecho, si en los próximos dos años consigue hacerse de US$ 100 millones más, destronará a Mark Zuckerberg como la persona más joven en lograr esa fortuna –no heredada– en toda la historia.
El comentario del humorista, al igual que el de muchas otras personas, tiene una fuerte carga de sarcasmo. La reacción más fácil parece ser burlarse de las hermanas que, a simple vista, consiguieron sus millones a base de selfies, realities y desnudos. “No sos actriz, no cantás, no bailás. Perdoname pero ¿qué talento tenés?”, le dijo Bárbara Walters a Kim en una entrevista.
Si bien puede ser cierto que todas ellas se dediquen a vender una imagen superficial, se les reconoce que detrás de eso hay una estrategia de marketing. “La dinámica se acerca mucho a la percepción de amistad. No se percibe como publicidad, sino como la recomendación de una amiga que es más rica, más guapa y que recibe miles de dólares por tuitear trajes de baño y productos para blanquear los dientes”, indica una experta en comunicación, Jennifer Lueck, para explicar cómo hacen las Kardashian para venderse de manera tan exitosa.
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Precisamente es el mismo método que utilizó Kylie Jenner para amasar su fortuna. Ella inició su compañía de cosméticos en 2015. La idea era sencilla: un simple pack de labiales que se vendían por internet a US$ 29. Sin embargo, ella utilizó sus 110 millones de seguidores en redes sociales para promocionar el producto antes que se comercialice. ¿El resultado? “Vendí 15 mil sets en un minuto. Refresqué la página y se habían agotado y vi que en reventa pedían hasta mil dólares”, contó Kylie en su entrevista con Forbes.
No solo un labial. En la actualidad los productos se han diversificado. Sombras de ojos, iluminadores, perfiladores labiales y bases de maquillaje son algunos de ellos. Quinientas personas trabajan a diario en la producción de los cosméticos bajo sus órdenes, y los planes de expansión indican que deberá contratar a otro centenar.
Kylie no solo superó a sus hermanas en lo que a dinero se refiere –la sigue Kim con US$ 41 millones– sino que además supo crear un emprendimiento que genera fuentes de trabajo.
El estilo de Mark Zuckerberg es totalmente diferente. Sobrio, tímido y alejado de las cámaras. No tiene mucho en común con Kylie o el resto de las Kardashian. Sin embargo, todos ellos demostraron ser buenos empresarios independientemente de qué venda cada uno.
En el caso del clan, la temporada número 15 de su reality comienza en agosto. A más de diez años de su primera aparición supieron sostener su fama y Kylie volverse a los 20 años casi tan millonaria como cuando a los 23 años Zuckerberg ganó sus primeros mil millones de dólares.
