Tres especialistas consultados por PERFIL abordaron posibles explicaciones a lo sucedido con Matías Alé. “Cuando llega un paciente así, una vez descartada una intoxicación hay que abocarse a detectar un cuadro clínico. Si ahí no está la respuesta, ahondar en lo psíquico. En este caso puntual, sabiendo únicamente lo que dicen los medios, se trataría de un síndrome de excitación psicomotriz con síntomas psicóticos. Es un cuadro agudo que se caracteriza por la exaltación física, motora y afectiva, en medio del que pueden aparecer alucinaciones, ideas persecutorias o místicas”, explicó Marcelo Cektovich, director del Departamento de Psiquiatría de Ineco y jefe del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. En cuanto al porqué, el abandono de un tratamiento por bipolaridad podría estar la causa. “Estos cuadros tienen tres componentes: el constitucional u orgánico, el desarrollo evolutivo y el factor desencadenante”, afirmó José Eduardo Abadi, psiquiatra y psicoanalista. “En este sentido, estamos ante la punta del iceberg, el síntoma o la expresión de un ‘problema de fondo’ que puede ser una personalidad borderline, un trastorno de la conducta, el efecto de una medicación, un proceso tumoral u otro problema de salud, o bien una neurosis que surge ante una situación desequilibrante. Una vez estabilizado el paciente, se define el tratamiento a seguir, que incluye medicación y terapia”. Para Gabriela Martínez Castro, psicóloga y directora de Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad, “también puede haberse desencadenado por el estrés que le provocó el casamiento a una personalidad border. Es necesario tener una personalidad predispuesta y cierta carga genética. Y aun en estos casos, no siempre el estrés o la ansiedad van a terminar ‘explotando’ de esta forma”. Cektovich remarca que “más allá de las especulaciones, la difusión que se le da al tema sirve para quitarles el estigma a las patologías psiquiátricas que, como otras enfermedades, tienen tratamiento”, y aclaró que “hablar de ‘brote psicótico’ es delicado porque un brote deja secuelas, algo que en este caso aún no vimos”
