PROTAGONISTAS
Gano un premio Eisner, el “oscar” de la industria

La comiquería argentina que hizo historia en la Comic Con de San Diego

Alejandro González viajaba a España a comprar revistas eróticas y terminó siendo un experto en cómics. Hoy es dueño de La Revistería, elegida como la mejor del mundo.

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Orgullo. Alejandro y su equipo con el premio recibido en Estados Unidos. Y en su espacio que es un “templo” para fans del cómic. | Marcelo Silvestro

“Mirá esa estatua de Batman”, dice un niño pequeño a su papá mientras señala la réplica de tamaño real del icónico superhéroe que se ubica en el centro del local. Al mismo tiempo un hombre de unos 35 años le pide a su amigo que le saque una foto con la figura de La Mujer Maravilla que recibe a todos los visitantes de la tienda. Y en el extremo opuesto unos chicos miran al Gokú gigante que se encuentra en una de las paredes antes de dirigirse a la cafetería para leer los cómics que acaban de comprar. “Estar en este local, ver gente que viene y que pasa tardes enteras acá me tranquiliza y me hace feliz”, cuenta Alejandro González, dueño de La Revistería, a PERFIL. Su establecimiento acaba de ganar el premio Eisner a “Mejor comiquería del mundo” en la edición 50º de la Comic Con de San Diego y la noticia todavía lo sorprende. “De Estados Unidos para abajo somos los primeros en recibirlo”, agrega.

—¿Qué representa el premio?

—Es el equivalente a los Oscar en la industria de los cómics. Nosotros fuimos ternados en la categoría Mejor Librería del Mundo, pero como en el Oscar, donde se premian distintas cosas, ahí se premiaron Mejor Cómic del Año, Mejor novela gráfica del año, Mejor dibujante, etc. También está el Salón de la fama al que todos los años ingresa alguien. Y dentro de eso está lo que es el mejor punto de venta del mundo y este año nos tocó a nosotros.

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—¿Que sea en la Comic Con de San Diego lo hace más “épico”?

—Es el corazón de la industria. Hoy muchas películas se presentan ahí y los actores de Hollywood van a presentar sus novedades. También las series de Netflix o HBO. Todos los participantes importantes de la industria del entretenimiento forman parte de la Comic Con. Y San Diego en sí se transforma en un gran evento. No solo el predio sino toda la ciudad funciona como un gran acontecimiento cultural.

—¿Cómo entraron en la competencia?

—El primer contacto se genera a partir de que los clientes de la tienda te empiezan a proponer como participante. Después los organizadores te avisan que podés participar. Nos mandaron un cuestionario muy extenso donde hacen un montón de preguntas. Respondimos y nos avisaron que habíamos quedado en el grupo de 96. Para seguir avanzando te empiezan a pedir cosas a partir de los fundamentos con los cuales eligen al ganador. Se basan en la innovación de la tienda, en qué actividades hacés por la comunidad y qué hacés para difundir el cómic dentro de tu ámbito tanto a nivel nacional como internacional. De esas 96 quedaron 37 y después seis. Cuando quedamos en ese grupo nos llamaron para viajar. Yo no fui porque preferí que fueran Ricky y Alejandro que son dos chicos que trabajan con nosotros desde el inicio. Creo que era una forma de reconocerles a ellos tanto esfuerzo de tantos años.

—¿Cuándo empezaste con los cómics?

—Llevo 35 años. Empecé en un quiosco de diarios muy chico de La Paternal cuando tenía 19. Estuve unos años ahí y pasé a otro en la Avenida Callao y Perón. En aquel momento no había Facebook, email, Instagram ni nada. Entonces viajaba a España para traer material, sobre todo revistas para adultos. En un viaje un conocido me presentó a Pepe Martínez que era el dueño de una editorial que se dedicaba a los cómics y ahí empecé a tener una relación más cercana. Empezamos a importarlos y distribuirlos. En un momento internet mató a las revistas para adultos y me dediqué directamente al cómic.

—¿Hay mucha venta de cómics en Argentina?

—Las estadísticas de venta de productos editoriales marcan que es lo único que sigue creciendo. Las publicaciones para chicos se mantienen y el resto año a año van marcando una tendencia a la baja en la lectura.

—¿Qué es lo que más se vende?

—El manga. Es furor entre los clientes. Todo lo que tenga que ver con la cultura japonesa arrasa. Acá se hacen charlas de cosas que tengan que ver con esa cultura. Desde la cocina hasta el idioma. Se hacen muchos trabajos y hay un montón de gente que viene a eso.

—¿Vienen muchos dibujantes?

—Los nombres grandes de la historia de la historieta argentina pasaron por este local. Maitena, Horacio Altuna, Liniers, Tute, Eduardo Rizzo y Arielc Olivetti que son los que más trabajan en el exterior y que publican en Estados Unidos y Europa. Después muchos de Argentina, varios del exterior y también los que recién están empezando que quizás juntan a pocas personas, pero nosotros les disponemos el lugar con las mismas condiciones para todos.

—¿Cómo siguen ahora?

—Es un reconocimiento muy importante así que estamos un poco sorprendidos todavía. Creo que  nos marca un compromiso de seguir creciendo y brindando lo mejor. Además al ganador se lo invita a participar para elegir al del próximo año y la idea es ir así que probablemente estaremos en la próxima Comic Con de San Diego también.