PROTAGONISTAS
tiene 32 años y es abogada

La hija de Zannini recibió a su padre luego del escrache

<em>El Chino</em> pasó un mal momento cuando viajó a verla. Es diplomática, como su marido. Cristina la envió a la OEA.

| Cedoc

Primero en un supermercado. Luego en un estadio de fútbol. Después, en un avión. Definitivamente, 2016 no empezó bien para Carlos Alberto “El Chino” Zannini, quien esta semana recibió el tercer escrache en lo que va del año, cuando viajaba a visitar a su hija mayor, María Paula.

El lunes pasado, el ex secretario de Legal y Técnica del gobierno kirchnerista, fue insultado por un grupo de pasajeros dentro del vuelo 900AA. ​“Caradura”, “Zannini ladrón”, “Vos seguís afanando”, “¡andate, rata!”, “Basura”, “¡viajá por Aerolíneas (Argentinas)!”, fueron algunas de las frases que recibió dentro de la aeronave.

Visiblemente nervioso aunque sin perder la calma, quien fuera una de las personas de mayor confianza de Néstor y Cristina Kirchner, llevó como pudo la situación.

El Chino viajaba a Washington (el vuelo hacía escala en Miami) para ver a su hija, quien reside ahí desde que trabaja en la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 2014. Abogada, María Paula tiene 32 años y es diplomática de carrera. Su juramento fue tomado por Cristina Kirchner y fue enviada a Washington como cónsul ante la OEA, junto con Nilda Garré. Su marido es el también diplomático Juan Francisco Gutiérrez Tellería, quien fue ubicado en la misma misión diplomática.

La hija de Zannini fue cursante destacada del Instituto del Servicio Exterior de la Nación. El salario que percibe, es fijado según el índice de Naciones Unidas para cada país y para todos los funcionarios profesionales que se encuentran en similar situación. En su caso, al ser una funcionaria casada con otro miembro del Servicio Exterior, tiene un descuento del 30% por el hecho de compartir con su cónyuge el mismo destino. Según datos del Ministerio de Relaciones exteriores, el salario básico de un cónsul de tercer grado (cargo con el que se fue ella a trabajar) es de unos 10 mil dólares mensuales.

De acuerdo a una investigación publicada por el diario La Nación en junio del año pasado, en su primer año como funcionaria, los bienes de María Paula crecieron de 0 a casi 1 millón de pesos, según las declaraciones juradas que presentó ante la Oficina Anticorrupción. También informó la compra de un departamento de 70 metros cuadrados en Capital Federal con un crédito del Banco San Juan, por medio millón de pesos. Según la misma declaración, su marido le compró un Volvo S60 en 2014 para usar en Washington.La pareja se casó en en 2013 y al año siguiente se fue a vivir a Estados Unidos. En 2015 fueron padres y le dieron un nieto a Zannini, Juan Ignacio.

No al cambio. Según ha manifestado el yerno de Zannini, la familia se encuentra en las antípodas del gobierno macrista. En una carta publicada en Facebook, titulada “Por qué nunca podría votar a Macri”, Juan Francisco Gutiérrez Tellería sintió ganas de exponer a comienzos de noviembre del año pasado, las explicaciones personales de su elección. “En el año 2000 tuvimos que salir a las calles con mis compañeros de la Facultad de Derecho de la UNMdP, y dar clases en la vereda para protestar por las políticas neoliberales de gente que hoy representa a Macri, como por ejemplo, el diputado Federico Sturzenegger, quienes pretendían arancelar la universidad pública”, dice el texto donde enumera una serie de vivencias personales. “Escuchar al señor Macri decir que ‘el salario es un costo y como tal debe bajarse’ y que la gente ‘debe cobrar el mínimo posible por su trabajo’  me da rabia y asco, máxime viniendo de alguien que jamás debió trabajar para subsistir”. concluye.

La grieta de los escraches

Claudio Palumbo, el marplatense cinturón negro de Jiu Jitsu, dio explicaciones de por qué agredió a Carlos Zannini. “Me quedé insultándolo como una estrategia para que no le pegaran”, dijo. “Interferí y me sumé como uno más. Pero cuando vi que el tema se complicaba intenté tomar un poco la posta del liderazgo de todos los que estaban ahí porque si no, la situación se iba a desbordar. Yo entiendo de seguridad y sabía que se iba a desbordar”, manifestó en declaraciones al programa El Exprimidor.

Esta semana, tal como adelantó PERFIL en su edición de ayer, y como una contrapartida, Palumbo y otros de los pasajeros que escracharon a Zannini, recibieron un contraataque en la redes sociales, haciendo circular sus teléfonos celulares, domicilios y empresas donde trabajan. “Este hijo de p… es uno de los que escrachó a Zannini”, dice uno de los textos que fue subido a las redes.