Pese a que en sólo tres días se convertirá en reina consorte de los Países Bajos, Máxima cumple con profesionalidad su ajetreada agenda de princesa que, entre otras actividades, incluyó esta semana visitar, entre otras cosas, el proyecto Showband, una iniciativa que pretende involucrar a los niños en el mundo de la música. Allí exhibió su sonrisa y se mostró muy cariñosa con los niños que se acercaron para mostrarle sus dotes musicales. Su agenda también la llevó a la Universidad de Amsterdam, donde recibió el primer sello de las 1001 mujeres más importantes de la historia del país. El mismo, forma parte de una colección que muestra la vida de mujeres extraordinarias que no recibieron la atención que merecen. También acudió al almuerzo de Girlsday, evento a través del cual las instituciones de investigación y educativas en Holanda alientan a las jóvenes a incursionar en carreras de ciencia y tecnología.
Máxima compaginó todas esas actividades oficiales con los ensayos de la entronización. Tanto ella como su marido, el príncipe Guillermo, reconocieron recientemente en una entrevista televisada, que se prepararían, junto a sus tres hijas, para el gran día: “Ensayaremos especialmente con ellas para que sepan qué tienen que hacer en cada momento, no es algo muy complicado, pero tienen que hacerlo bien”, explicó ella.
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Según información oficial de la Casa Real de Holanda, el 30 de abril por la mañana, la reina Beatriz firmará su abdicación. Entonces, el trono será formalmente cedido a Willem-Alexander. Así, él se convertirá en Rey de los Países Bajos y su esposa será, a partir de entonces, Su Majestad la Reina Máxima.
Una vez finalizados los festejos los reyes ya tienen pautado un recorrido por todas las provincias de Holanda durante los meses de mayo y junio al igual que encuentros con personalidades de la política y economía mundial.
