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Brasil

Michelle Bolsonaro es ‘inmune’ a la misoginia de su polémico marido

A los seis meses de conocerse se casaron y Jair Bolsonaro, por entonces diputado, le triplicó el sueldo. Es su tercera esposa y madre de su única hija.

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Fiesta. En 2013 se casaron por segunda vez junto a 150 familiares y amigos. | CEDOC

El día de hoy Brasil tendrá un nuevo presidente. Si bien las encuestas indican que Fernando Haddad incrementó su porcentaje de votos, no sería suficiente y Jair Bolsonaro tomaría el mando del país. Junto a él llegará Michelle, su tercera esposa. Durante la campaña mantuvo el perfil bajo pero en los últimos días comenzó a contar qué tareas llevaría a cabo como primera dama.

Michelle de Paula Firmo Reinaldo tiene 38 años, 25 menos que su esposo, a quien conoció en el Congreso de Brasilia en 2007. Ella era asesora del partido y él –que era diputado– la convenció para que trabajaran juntos. Seis meses después se casaron por civil envueltos en una polémica porque él le triplicó el sueldo estatal a su esposa sin explicación alguna. “Todo comenzó cuando nos vimos por primera vez en la oficina de Jair. Y no tardamos mucho en estar seguros de que queríamos compartir una vida juntos”, aseguró ella.

Hasta ese momento Bolsonaro tenía cuatro hijos, de dos matrimonios anteriores, y junto a Michelle tuvo a Laura, de siete años. “Tengo cinco hijos. Cuatro fueron hombres, en la quinta tuve un momento de fragilidad y vino una mujer”, declaró el político.

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Quién es Jair Bolsonaro, el nuevo presidente electo de Brasil.

En otras oportunidades también había dicho que “a su segunda esposa no le pegó pero que tuvo ganas de hacerlo” y que “algunas mujeres no merecen ser violadas por ser feas”. Si bien este tipo de frases generaron fuertes críticas por su nivel de misoginia, a su esposa no parece molestarle.

La probable primera dama brasileña está lejos del camino que marcó Michelle Obama, al menos para quienes la definen como el modelo de primera dama moderna. Según explican, la pareja de Bolsonaro tiene un acuerdo en el que ella permanece en un segundo plano –o decorativo– y muestra una imagen de “buena mujer y recatada”. Es decir, se ubica en un cómodo rol conservador. No muy diferente al de las actuales primeras damas de los países vecinos al Brasil. Por ese motivo no se la ve en público con regularidad y permanece en el condominio donde viven en Barra de Tijuca. La prensa de Brasil destaca que a Michelle le gusta el lujo y la ropa de marca que compra en tiendas premium. Todos los días asiste al gimnasio más caro de Río y es habitué de restaurantes fashion.

Sin embargo, también insinúa tener un costado social que lleva a cabo junto a miembros de la iglesia evangélica, uno de los principales aliados políticos de su esposo. “Tengo un tío sordo y eso hizo que me replanteara muchas cosas en mi vida. Por eso ahora me dedico a ayudar a niños sordomudos”, asegura en un video promocional donde se explica que ella estará dedicada a trabajar con personas que tengan algún tipo de discapacidad.

Jair Bolsonaro es el nuevo presidente de Brasil con el 55% de los votos.

Durante la campaña de Bolsonaro fue la encargada de traducir a lenguaje de señas las palabras de su esposo en los videos que él difundió a través de Facebook Live. Además, cuando fue herido durante una marcha en septiembre lo acompañó todos los días en el hospital hasta que se recuperó.

En ningún momento abandona su rol marital y son escasas las entrevistas que da sin Bolsonaro a su lado. Así, mientras recibe críticas por no manifestarse en contra de los comentarios misóginos que él realiza a viva voz, se prepara para asumir el puesto de primera dama.