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De musico irreverente a empresario exitoso

Quién es Perry Farrell, el rockero punk que “inventó” el festival Lollapalooza

Su primera banda fue Psi Com, pero la fama le llegó con Jane’s Addiction. Fue víctima de las drogas y excesos hasta que conoció a su mujer. En 2005 le dio forma al mega evento musical.

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Familia. Farrell con su mujer, Etty, y sus hijos Hezron e Izzadore en el Paseo de la Fama en Los Angeles. En escena con su mujer (der.). | P.F.

Ciento veinte mil entradas vendidas en tres horas. Así se promociona el Lollapalooza para el próximo año. Poco importó el no saber qué bandas vendrán, y mucho menos el valor de los abonos, cercano a los cinco mil pesos. La locura por ese festival volvió a demostrarse una vez más en Argentina, aun cuando su última edición no llegó a completarse por problemas climáticos.

Quien disfruta cada vez que esto sucede es su creador, Perry Farrell. Oriundo de Nueva York, nació en 1959 bajo el apellido Bernstein. Gran parte de su infancia la pasó en Miami hasta mudarse a Los Angeles, donde descubriría su gusto por la música, el punk rock y el movimiento gótico.

“Yo era un explorador, un curioso. Empezaban los años 80 y andaba con gente que tocaba punk, y para eso no tenías que tomar clases ni ser un músico dotado. Sabiendo que podía cantar y actuar, empecé a imitar a Mick Jagger, a David Bowie, a Frank Sinatra, y así tuve mi primer grupo underground, Psi Com”, contó en una entrevista para la edición norteamericana de la revista Rolling Stone.

Eventualmente, esa primera banda dejó de existir y fundó una nueva llamada Jane’s Addiction, integrada también por el mediático guitarrista Dave Navarro. Con un estilo fuerte que combinaba rock pesado con punk y presentaciones fuera de lo común para la época, la audiencia en los shows aumentó y la popularidad llegó. “Cuando empezamos, a mediados de los 80, diría que fue la última gran década para las compañías discográficas. Los sellos tenían presidentes visionarios y la gente andaba por Los Angeles desesperada por escuchar música nueva. Todos llegaban a la ciudad con un sueño; caminabas por la calle y te daba la sensación de que cada joven con el que te cruzabas tenía una banda. Eramos raros tocando para otros raros”, explicaba Farrell sobre aquellos años.

Descontrol, y después... Dos discos lanzaron los integrantes de Jane’s Addiction, hasta que sus adicciones a las drogas provocaron enfrentamientos internos que no pudieron resolverse. De todas formas, les bastó para volverse famosos y generar el Lollapalooza. El festival surgió en 1991 como un tour de la banda por todo el país. Los problemas se originaron en 1997, la banda se disolvió y, sin ellos, la celebración perdió relevancia.

No volvería a ser lo mismo hasta 2005, cuando Farrell tomó la decisión de convertirlo en un festival anual celebrado en Chicago. Esa primera edición contó con 65 mil personas que asistieron para ver a más de 70 bandas. Desde entonces, el espectáculo creció y en la actualidad convoca a más de 300 mil personas y alrededor de 170 bandas en sus tres días de duración. Además, comenzó a migrar hacia otras ciudades como París, Berlín, San Pablo, Santiago de Chile y, desde 2014, Buenos Aires.

Durante los últimos treinta años, la vida de Farrell tuvo altas y bajas. En los 90 pasó varios años intentando recuperarse de su adicción a las drogas. De hecho, en 1994 Nirvana se iba a presentar en el Lollapalooza pero el suicidio de Kurt Cobain lo impidió. Ambos vivían a pocas cuadras de distancia y sufrían situaciones similares debido a los excesos.

El amor, la solución. “La verdad es que yo disfrutaba siendo un adicto. No quería la presión de tener que ser aceptado por la gente. Era egoísta y solo pensaba en mí. Ahora crecí, tengo hijos y me volví mucho más sociable gracias a mi mujer. Ella me sacó de la oscuridad y pude volver a disfrutar del mundo como cuando era niño”, dijo hace unos años sobre su esposa Etty Lau Farrell quien, según él, le salvó la vida.

Hoy Farrell se muestra como un empresario exitoso y padre de familia. Con la mente puesta en organizar cada Lollapalooza y en disfrutar junto a su mujer e hijos, se exhibe de manera natural ante sus fans y hasta intenta responder cada consulta que le realizan. “Hermanos, hermanas, nuestros corazones están dolidos por las noticias de la lluvia de hoy; incluso me enojé. Quiero respuestas, pensar en una forma”, respondió a los argentinos que este año le escribieron cuando, por lluvia, se suspendió la última fecha del Lollapalooza.