PROTAGONISTAS
think tank del animador

Tinelli tiene dos coaches que lo “entrenan” para un posible futuro político

Germán Lodola y Gustavo Waldmann se reúnen con él una o dos veces por semana. Invitan especialistas para temas específicos y le recomiendan qué leer.

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Futuro político. El conductor es un alumno curioso pero no da pistas de si apunta a alguna candidatura. | cedoc

Si hay algo en lo que coinciden los coaches es que Marcelo Tinelli como alumno –ya sea en el ámbito de animador como en su rol de líder de opinión y posible candidato político–, es cierta argentinidad a flor de piel con la que se comunica y muestra, sobre todo a la hora de conmoverse con una historia dentro o fuera del “Bailando”. Esos coachs no son deportivos  sino quienes lo están “instruyendo” en varias áreas. Gustavo Waldmann, es consultor político y una de las personas que lo asesora desde hace más de un año para su posible ingreso a la política. El think tank de Tinelli se completa con Germán Lodola, politólogo y profesor de la Universidad Di Tella e investigador del Conicet; y Gabriela Galaretto, quien lleva adelante la fundación que Tinelli tiene hace 27 años.

Lodola organiza los encuentros que se dan una o dos veces por semana en unas oficinas del conductor. Hay una división de temas que fluye dentro de tres aristas: instituciones, actores y procesos. Es en ese ámbito donde aparecen en escena varios académicos, entre ellos, un sociólogo y un antropólogo de perfil bajo, cuyos nombres se guardan bajo siete llaves. Hay también un economista que participa de estas “clases” o por teléfono con Tinelli: Martín Redrado, a quien el conductor escucha con mucha atención. “Es una dinámica de trabajo bastante común donde se analiza la coyuntura, lo que pasa en Nación y en la provincia de Buenos Aires. Se juntan una vez por semana y se hacen reportes, se generan papers internos”, cuenta alguien que participa de esas clases. “Tinelli tiene gran capacidad para retener, pero sobre todo sabe escuchar mucho”, agregan.

Ecléctico. En cuanto a las recomendaciones, le sugirieron que siga varias webs, abriendo un arco que va desde La Política Online hasta Anfibia. Y en cuando a la bibliografía, le aconsejaron algunos libros aunque, dicen, sin seguir ningún tipo de criterio correlativo. Entre ellos estuvo leyendo: La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa y HHhH (Himmlers Hirn heisst Heydrich o El cerebro de Himmler se llama Heydrich), del francés Laurent Binet.

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“Se recomiendan textos, pero se charlan problemas puntuales desde la óptica pública. Se analiza desde el caso que alguna familia la está pasando mal hasta la información de que Vidal quiere desdoblar las elecciones”, grafica otra fuente.

Hay, sin dudas, un tema que al conductor le interesa mucho: la pobreza. Sobre esta línea viene llevando cientos de acciones junto a la fundación que preside, que antes se llamaba Ideas del Sur y ahora Laflia. “Marcelo apunta a trabajar dentro de la línea de necesidades como la salud, la alimentación y el desarrollo de la persona, que es mucho de lo que se ve en los sueños del programa. Incluso, con muchos de los que no son cumplidos, él ha seguido en contacto”, cuentan. Ahora la fundación está por inaugurar Pequeños Gigantes, un centro comunitario en Bolívar. “Nació como una cocina que ya trabaja con chicos del lugar y se le construyó un edificio con un comedor. La idea es que además se hagan talleres con los chicos”, detalla una persona que recibe todos los días mensajes de WhatsApp de Tinelli para llevar adelante tal o cual acción. “¿Y si hacemos esto con esta gente?”, suele escribir. Y la respuesta muchas veces es: “¡Es imposible eso Marcelo!”. Y es ahí cuando al rato aparece nuevamente otro mensaje: “Pero algo se debe poder hacer”. Hoy, hay un tema dentro de la pobreza que lo tiene muy ocupado y es el flagelo de la droga en la pobreza. “Estamos trabajando con una familia del barrio Puerta de Hierro, donde hay un padre adicto al paco que tiene nueve hijos, uno de ellos con discapacidad”, detalla en la fundación. “¡Algo se puede hacer, algo se puede hacer!”, inquirió el conductor. Otro tema que le interesan son las pymes porque generan trabajo. Sobre todo desde que su productora pasó por una crisis el año pasado.

 La incógnita. Entre tanta actividad, quienes están cerca de este especie de clases a las que asiste, se asombran con cómo administra el tiempo. “Es un tipo que hace mil cosas, sin embargo, es superobsesivo y puntual”, dicen. Otros destacan cierta visión espiritual, que es lo que también lo ayuda. “Tiene como referente a la madre Teresa de Calcuta y a San Francisco de Asís, santo al que le hizo una pequeña capillita en uno de los campos que tiene en el Sur, y a la que suele ir cuando puede”, cuentan.

¿Puede ser candidato en 2019? Ninguna de las fuentes consultadas arriesgan respuestas. Se sabe que Tinelli habla permanentemente con muchos políticos, pero eso no es garantía de posible lanzamiento político. “Tinelli tiene una ventaja, es un candidato que no necesita hacer una campaña larga si quisiera postularse para un cargo”, coinciden sus coaches. “No tiene el calendario político en la cabeza, pero no deja de observar los movimientos que se suceden. Ahora está en una etapa atento a resolver situaciones estructurales y más complejas.”

Quienes ya vienen trabajando con él en el área de asesoramiento político, destacan la simpleza en el trato que tiene con el resto de la gente. “Es un tipo común cuando no está delante de la cámara”, repiten casi ya como un eslogan de campaña. “El costado emotivo que ves en la tele, ése sí lo tiene siempre presente. Las cosas le conmueven y por eso se interesa enseguida”.

Ya habrá tiempo para definiciones. Dicen que podrían darse en abril, cuando arranquen los 30 años de ShowMatch, donde ya se sabe que potenciará el tema de los sueños y las recorridas por el país. Tinelli es consciente de que su programa y un cargo, no son compatibles para hacer al mismo tiempo. Tal vez, la efeméride de la tres décadas, sea la señal de que termina una etapa y comienza otra: su nuevo desafío.