A más de un año de la llegada de Gardasil, la primera vacuna contra el virus del papiloma humano
(VPH) y a días de que una segunda salga al mercado (Cervarix),
todavía la inmunización masiva contra este virus, principal causa del cáncer de cuello de
útero, está lejos del calendario nacional de vacunación del Ministerio de Salud.
La Sociedad Argentina de Ginecología Infanto-Juvenil recomendó recientemente
vacunar a las adolescentes a partir de los 12 años y en España, Gran Bretaña y
Francia se aplica en forma gratuita.
Pero
en la Argentina el alto costo del fármaco –cada una de las tres dosis que
deben aplicarse cuesta
$ 926,38– hace que la vacuna continúe siendo inaccesible para una gran parte de la
sociedad, a pesar de que ya hay obras sociales y prepagas que reconocen algún porcentaje
de su valor.
PERFIL abrió el debate entre especialistas:
¿se deben incluir Gardasil y Cevarix en el calendario oficial de vacunación o es mejor
invertir en programas de prevención y educación sexual?
Inmunización. En 2006 llegó al país la primera vacuna preventiva contra el VHP,
Gardasil desarrollada por el laboratorio Merck Sharp & Dohme y en breve también estará
disponible en el mercado Cervarix de su competidor GlaxoSmithKline.
“
La vacuna es confiable y segura pero es una herramienta más para la prevención. No
protege contra todos los tipos de cáncer de cuello de útero, ni evita que las mujeres tengan que
utilizar el preservativo y realizarse controles ginecológicos”, advierte Analía Tablado,
directora de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto-Juvenil.
En Argentina,
existen dos proyectos de ley –uno porteño y otro bonaerense– para
incorporar la vacuna contra el VPH en el calendario de vacunación. Pero estas iniciativas no han
prosperado debido al elevado costo de la vacuna. En cambio, el acento sí estuvo puesto en campañas
de detección del cáncer y de acceso a los exámenes ginecológicos.
Más información en la Edición Impresa.