SALUD

La esencia de Cormillot, por Jorge Fontevecchia

En el contexto del homenaje que la UBA le brindó al médico por sus 50 años en la actividad, Jorge Fontevecchia ofreció este discurso.

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Después de escuchar al profesor de Yale explicar quien es Cormillot en el mundo de su especialidad médica, me gustaría intentar explicar por qué Cormillot es Cormillot.

Estamos hablando de un señor que se levanta a las 4 de la mañana para ir a un programa de radio. Pero esa no es su una actividad profesional, ni mucho menos la principal, y mientras que sus compañeros de la radio dedican parte del resto del día a recargar sus pilas, recién ahí Cormillot despliega su actividad principal más otras accesorias como sus intervenciones diarias en la televisión, tanto por cable como por aire, y además de algunas horas aplicadas a mantener su estado físico practicando el baile de forma casi profesional.

¿Por qué este hombre lleva adelante jornadas de casi 20 horas de actividad diarias?

Mi tesis puede resultar paradójica tratándose de un workacoholic y se podría resumir en la frase: “lo hace por hedonismo”.

El hedonismo, derivando de la idea griega sobre que el fin de la vida es la felicidad, en lugar de colocar la felicidad en el bien o en la virtud, colocó la felicidad en el placer.
Pero el placer no es para todos lo mismo ni tiene los mismos niveles: de los cuerpos bellos se puede ascender a las almas bellas o las ideas bellas. Están aquellos que prefieren los places que se disfrutan mientras se los practica y aquellos que se disfrutan después de practicarlos, que son también son placeres más duraderos. Y están los que encuentran el placer en el reposo y el descanso, y están los que encuentran el placer en la acción.

Claramente Cormillot está en estos últimos, prefiere los placeres duraderos y siente placer por la acción. Nadie podría realizar tanta acción si no obtuviera placer de ella. O sea, la esencia de Cormillot es ser agente de la acción. Spinoza decía que cuanto más agente adecuando de lo que nos pasa somos, más libres somos. Y desde esta definición se hacen visibles las otras dos características esenciales de Cormilllot: el conocimiento y la libertad.

Para ser agente adecuado de lo que nos pasa, ser activos productores de lo que nos pasa, tenemos que saber, tener conocimiento de tercer nivel como decía Spinosa, no solo saber de lo que pasa sino por qué pasa, o sea conocimiento genealógico, del origen de las cosas. Aquí reside una de las atributos que hacen posible un Cormillot híper activo y agente adecuado de su accionar: su apetito de conocimiento que es irrefrenable e insaciable.

Me queda un aspecto de Cormillot, que sé que no es el que a él más le gusta, que es su ser empresario. Él no sólo médico, comunicador, pedagogo o político sino, también, es empresario. Tiene una clínica y varias organizaciones en las que da empleo a centenas de personas. Pero es empresario no por el rédito económico que le pueda producir sino para ser libre, para poder contar con más recursos, más autonomía y más disponibilidad para aplicarlos a la adquisición de conocimientos.

Acción, conocimiento y libertad son el fundamento del Cormillot que yo conozco, persona que me coincide totalmente con la que describió el profesor de Yale que nos habló recientemente.

Para terminar quiero aclarar que el Cormillot que yo conozco,  lo conozco hace 30 años. Y quiero recordar una anécdota de aquellos años. Después de la Guerra de las Malvinas la dictadura militar decide ordenar mi arresto por el delito de traición a la patria acusándome de espía inglés, las razones verdaderas todos las imaginan. Huyendo de la policía precisaba asilarme en una embajada pero no en cualquiera sino preferentemente en una de un país que hubiera sido claramente aliado de Argentina durante la Guerra de las Malvinas.

Cormillot por su pertenencia peronista clásica tenía mejores contactos en lo que por entonces se llamaba tercer mundo o nacionalismos populares pero lo que más decidió a llamarlo primero que a nadie en esa noche de prófugo errante, fue su capacidad de acción, nuevamente ser agente adecuado de lo que pase. Y, él no solo consiguió una sino que consiguió dos, me llama a las 4 de la mañana y me dice: “preparate, te paso a buscar, vas a Siria”. Y yo me dije “¿Siria? Lo único que recuerdo son los ríos Tigris y el Eúfrates que conformaban la Mesopotamia de la historia antigua de la escuela primaria”. No era el lugar que deseara ir pero en esas circunstancias, con la policía pisándome los talones hubiera ido a Uzbekistán, con todo respeto con los uzbequistanos, lo digo por la distancia. Pero cuando me pasa a buscar, al sentarme al auto, me dice: “te conseguí otra mejor, la de Venezuela”.

Buen ejemplo de por qué Cormillot es Cormillot.

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