El Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el virus del Zika como una emergencia de salud pública de relevancia global. El virus se expandió y afectó a ciudadanos de 24 países de América.
El Zika se transmite a través del mosquito Aedes aegypti —el mismo insecto que genera casos de dengue y chikunguña—, provoca una infección leve, pero el principal agente de riesgo son las embarazadas ya que se lo vinculó con casos de microcefalia en bebés de madres infectadas.
Brasil fue el primer país donde surgieron los casos y es el más afectado por la epidemia, ya que se han contabilizado un millón y medio de casos.
La OMS calcula que el virus puede llegar a infectar hasta 4 millones de personas en toda la región. Por ahora no existe ni vacuna ni tratamiento contra un virus que fue descubierto en los años '50 en el bosque Zika de Uganda.
Según explicaron desde la Organización Mundial, se declaró la emergencia fundamentalmente para tratar de determinar la asociación entre la infección por el virus del Zica y microcefalia del recién nacido, dado que hay una fuerte sospecha entre ésta malformación congenita neurologica y el virus, pero no está cientificamente comprobado.
En este momento, los principales puntos de preocupación son el hecho de que no existen vacunas ni test de diagnóstico rápidos y confiables, además de la rápida aparición del virus en nuevos países, por lo que la población no tiene inmunidad (defensas).
Por considerar que se necesita un esfuerzo global combatir el panorama, la OMS marca la necesidad de combatir el mosquito aedes aegypti que es el vector (trasmisor) del virus y llama a los países a aumentar la vigilancia epidemiologica sobre casos de Zica, especialmente sobre mujeres embarazadas que pudieron estar en contacto con el virus. Así mismo, recomienda a mujeres embarazadas no viajar a áreas con el virus, y protegerse de picadura de mosquitos.
