Este lunes se celebra el Día Internacional de toma de conciencia de la Tartamudez, establecido el 22 de octubre de 1998 por la Asociación Internacional de Tartamudos (ISAD), con el objetivo de visibilizar y sensibilizar sobre un problema que presenta una incidencia del 5% de la población mundial, donde la prevalencia es de 1% en adultos y 2,5% de los niños pre-escolares.
Hay que remarcar que la tartamudez no es una enfermedad, sino una dificultad involuntaria en el dominio de la comunicación oral que se caracteriza por interrupciones. En esta jornada se busca concientizar sobre el tema e intentar eliminar la discriminación social hacia quienes la presentan, especialmente los más pequeños y en los ámbitos educativos (burlas que puedan padecer dentro del aula); y promover así oportunidades para que logren alcanzar sus objetivos y aspiraciones.
El licenciado Agustin Fernandez, fonoaudiólogo miembro del Departamento Infanto Juvenil del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), explicó a PERFIL algunas cuestiones para tener en cuenta y comprender de qué trata este trastorno.
—¿Qué es la tartamudez?
—La tartamudez o “disfluencia” se define como la alteración en la fluidez del habla. Se trata de un “fenómeno” complejo, el cual involucra aspectos variados de naturaleza motora, emocional y social.
—¿Qué provoca la tartamudez en una persona?
—Hay diferentes causas que pueden provocar la tartamudez. Algunas de ellas son:
- Tartamudeo en el desarrollo: es decir comienza en edades muy tempranas, entre los 2 y 5 años, etapa de amplio desarrollo lingüístico y cognitivo.
- Tartamudeo neurogénico: se produce por un trauma o alguna lesión en el cerebro (compromete las diferentes áreas que participan en la coordinación del habla).
- Tartamudeo emocional: provocado por un trauma emocional (son poco frecuentes).
- Causas psicológicas y sociales: aquellos individuos que padecen disfluencia, al tener que exponerse o hablar en público, suelen empeorar en su dificultad, por el aumento de ansiedad que se produce.
- Genética: parece existir una predisposición genética en adquirir la tartamudez.
—¿Cómo puede afectar este problema a una persona durante su vida si no se trata?
—Las personas disfluentes que no son tratadas, suelen ir desarrollando sentimientos negativos tales como vergüenza, enojo, incomodidad, frustración y miedo. Además, su auto-imagen suele verse deteriorada (pueden sentirse inferiores e incluso pueden llegar a sentirse raros o excluidos) y llegar a comportarse socialmente de forma muy diferente a su verdadera personalidad (manifiestan sentir gran ansiedad y estrés en relación a su tartamudez y a la comunicación en general).
Las personas disfluentes que no son tratadas suelen desarrollar sentimientos negativos tales como: vergüenza, enojo, incomodidad, frustración y miedo
—¿La tartamudez se manifiesta siempre desde niño o puede ser que, se presente en un adulto que durante su infancia no fue tartamudo?
—Por lo general se manifiesta en niños entre los 2 años y medio y los 4 años (no se presenta de la misma forma en todas las edades), en los adultos, es raro su posibilidad de inicio.
—¿Hay un solo tipo de tartamudez?
—Existes diferentes tipos de tartamudez que van desde repeticiones de parte de palabras (sonidos o silabas), repeticiones de palabras monosilábicas (yo- yo- yo lo veo), fonaciones disritmias (prolongaciones, bloqueos o palabras quebradas), hasta interjecciones o muletillas (sonidos como “mm”, “ehh”).
—¿Qué tratamientos existen en la actualidad para este trastorno?
—Si bien no existe una cura para la tartamudez, se puede mejorar la calidad de vida de las personas que la presentan, desde muy temprana edad se deben dar pautas o guías a los padres, cuidadores, familiares y en las escuelas a los profesores o docentes. Es fundamental detectarla en etapas infantiles, el objetivo principalmente del fonoaudiólogo es mejorar la fluidez del habla y de la comunicación del niño, momento donde los padres, son fundamentales en el tratamiento.
—¿Se conoce que porcentaje de personas tartamudas hay en el mundo?
—Existe una incidencia del 5% de la población mundial, donde la prevalencia es de 1% en adultos y 2,5% de los niños pre-escolares.
En el cine. El trastorno de la tartamudez fue llevado a la pantalla grande con la película ganadora del premio Oscar, El Discurso del Rey; la cual está basada en hechos reales y cuenta la historia de Jorge VI de Inglaterra, quien era tartamudo y que gracias a la ayuda de un conocido logopeda (Lionel Logue) vence el miedo de hablar en público y llega a ser uno de los líderes más influyentes durante la Segunda Guerra Mundial.
Famosos que la padecieron. Se dice que la voz suave de Marilyn Monroe, ícono del cine de los '50 y '60 era su forma de disimular este problema que la perseguía desde la niñez. Por su parte, Nicole Kidman contó en una entrevista: "Yo sufrí de tartamudez, y recuerdo a todas las personas diciéndome: 'piensa, organiza lo que quieres decir y luego habla'"; y reconoció que en parte padecerla fue lo que la impulsó a ser actriz.
El golfista Tiger Woods manifestó en un programa que "las palabras se le perdían en alguna parte en el camino del cerebro a la boca" a causa de la tartamudez. El músico Marc Anthony reconoció también durante un reportaje haber padecido este trastorno: “Fui tartamudo hasta los 12 años y me costaba mucho hablar pero cuando cantaba se me quitaba y jamás me imaginaba ser cantante de salsa o en español”, manifestó.
FDS/EA
