SOCIEDAD
La mayoría de accidentes, por exceso de velocidad

9 de Julio y San Juan, la esquina porteña más peligrosa

Según CESVI, ese cruce de avenidas del barrio de Constitución <strong>lleva la delantera en la lista de siniestros de 2007, con unos 23 accidentes</strong>. Le sigue <strong>Monroe y Melián</strong>, donde se produjeron 19 impactos graves, con muertos y heridos.

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La esquina más peligrosa de la ciudad, donde se registraron más accidentes durante el 2007, es la que forman las avenidas 9 de Julio y San Juan, en el barrio porteño de Constitución, informó hoy el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI).

Basados en datos de la Dirección General de Seguridad Vial de la Ciudad de Buenos Aires, el CESVI elaboró un informe que señala que la intersección de 9 de Julio y San Juan es la esquina urbana más accidentada, con 23 siniestros. En segundo lugar, se ubica la esquina de Monroe y Melián donde se produjeron 19 impactos, al igual que en la esquina de Avenida 9 de Julio y Carlos Calvo.

Según la organización, la 9 de Julio "está involucrada en 5 de las 10 esquinas más conflictivas" y la causa principal de los siniestros, es el exceso de velocidad. La estadística oficial registra 18 accidentes en la esquina de las avenidas 9 de Julio y Córdoba y en la intersección de las calles Brasil y Lima, 17 en Juan de Garay y Lima, y 15 incidentes en 9 de Julio y Sarmiento.

En las esquinas de Esquiú y Sáenz, y 9 de Julio y Avenida Corrientes se produjeron 13 choques respectivamente, y en la intersección de Independencia y Entre Ríos, 12.

El informe del CESVI afirma que en estas 10 intersecciones se relevó la mayor cantidad de accidentes graves -que involucraron muertos o heridos graves- de la ciudad durante el 2007, aunque la mayoría de los siniestros ocurrieron en una de las salidas de la ciudad, en General Paz al 4500 a la altura de Mariano Hacha.

Según los especialistas de CESVI, las causas que provocan los siniestros van desde el importante caudal de tránsito, las altas velocidades, la falta de cumplimiento o desconocimiento de las normas hasta la falta de controles y de señalización.

No obstante, el informe advierte que hay problemáticas que son determinantes para que ocurra un siniestro y observa que la primera "es la falta de cumplimiento de las velocidades máximas al pasar por una bocacalle".

Advierte, además, sobre " una conducta que se ha generalizado en la Ciudad a partir del 2000, en horas nocturnas, tiene que ver con que los conductores dejaron de frenar en los semáforos por una cuestión de seguridad".

"Esto pasó a ser un agravante importante en los accidentes de tránsito", resalta el texto y recuerda que la velocidad de circulación máxima en calles es de 40 kilómetros por hora y en avenidas, es de 60.

Fuente: Télam