SOCIEDAD

A un año del alud, una familia de Tartagal cuenta su drama

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| Ana Mara Rojas, vecina de Tartagal.

La increíble historia de Carmen Añez. Galería.

Eran las seis y media de la mañana del 9 de febrero de 2009. Carmen Añez se vistió y salió a comprar el pan, como todos los días. Su marido ya se había ido a trabajar y sus seis hijos recién estaban saliendo de la cama cuando ella llegó con el desayuno. Estaba en la cocina cuando el agua y el lodo se colaron por todas partes y lo destruyeron todo.

"De repente tenía el agua encima y no sabía qué hacer con mis hijos, fue demasiado rápido. Venían palos, cosas y atiné a subir a los chicos al techo de mi casa. Cuando los estaba subiendo casi se me van dos, casi se los lleva el agua. Si no fuera porque los agarré de los pelos, se me iban", recuerda Carmen a un año del alud que arrasó la localidad salteña de Tartagal.

Tiene 33 años y siete hijos: el mayor cumplió diez y la menor nació hace tres meses. Vivían todos juntos en una casilla al costado de las vías del tren cuando el barro los pasó por encima: tuvieron que irse, dejar sus cosas, y esperar a que el gobierno municipal les adjudique un nuevo hogar.

En agosto del año pasado, seis meses después de la tragedia, la familia Añez se mudó al nuevo barrio Santa María, a una vivienda otorgada por el gobierno. Pero lo que parecía una solución, terminó siendo un problema: el nuevo hogar se inunda cada vez que llueve y el barrio queda anegado. Por eso, hace dos días juntaron todas sus pertenencias y decidieron volver a su vieja propiedad. Creen que a pesar de los riesgos, van a estar mejor:

"Nos dieron una casilla con dos dormitorios y un comedor, pero no se puede vivir ahí: cuando llueve se inunda todo y no entran las ambulancias ni los remises. Si les pasa algo a mis hijos, no los puedo sacar de ahí", explica Carmen, que ahora tiene que resolver otro problema. "El Intendente (Sergio Leavy) dice que nos dieron la casilla y que tenemos que volver ahí porque acá es peligroso. Dice que no podemos habitar este lugar porque corremos peligro".

Cuando habían pasado 6 meses del alud, Perfil.com reveló que de las 627 nuevas viviendas que había prometido Cristina Fernández, se habían construído sólo 10. Hoy, un año después, las cifras ascienden a 130 casas entregadas, sólo un 20% del total proyectado.

(*) De la redacción de Perfil.com.