SOCIEDAD
despues de la media sancion en diputados

Aborto: cómo abordan las familias el debate en casa con los más chicos

Madres y padres relatan cómo trataron un tema controversial, que hoy atraviesa todos los ámbitos. La sorpresa por algunas reacciones.

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Movilizadas. Durante el miércoles y el jueves se pudo ver a grandes y chicos con sus pañuelos verdes y celestes, militando a favor y en contra del proyecto de ley que se debatía al interior del Congreso. | Ferrari / Cuarterolo

“¿Qué es el aborto, mamá?”, le preguntó Valentina, de 10 años, a su mamá. Y pese a todos sus años de militancia feminista, y a ser una referente en crianza, lactancia y parto humanizado, Julieta Saulo admite que la pregunta no dejó de sorprenderla. “Creo que eso es lo más interesante de la maternidad, una puede sentirse la madre más feminista, y que determinadas temáticas igual te pongan en jaque. Ella me acompaña en mi militancia por los derechos sexuales y reproductivos desde que nació, así que desde chica cuestiona y hace preguntas. Siempre intenté manejarme con honestidad, entendiendo la edad que tiene y escuchando sus razonamientos”, dice.

“¿Pero es matar a los bebés?”, le insitió Valentina ante la explicación de que el aborto tiene que ver con la capacidad decisoria de las mujeres sobre sus cuerpos, y otra vez el jaque. “Sus reacciones eran esto, pero también no poder entender cómo una mujer no pudiera decidir sobre algo. Me pasó que la maestra le decía que estaba en contra, y ella con 10 años le explicaba por qué estaba a favor, por esto, que tenía que ver con que las mujeres pudiéramos decidir sobre nuestros cuerpos. Me pareció maravilloso que en un lugar verticalista como es una escuela se pueda dar un diálogo a la inversa. Y que la docente tenga apertura de escuchar, al margen de mantener su postura”.

Como puericultora, Saulo acompaña a familias en temas de crianza y en su consultorio recibió varias consultas de padres acerca de cómo abordar el tema con sus hijos más chicos. Es que la discusión por la legalización del aborto no solo llegó al Congreso, sino que en los últimos meses se metió de lleno en la vida cotidiana, en la calle, en las escuelas y en las casas. Varios diputados contaron que sus hijas los llevaron a decidirse por su voto, y tanto el miércoles como el jueves se vieron muchas familias militando con sus pañuelos verdes o celestes. Lo mismo en las redes sociales. Amalia Granata, por ejemplo, ferviente opositora al proyecto, compartió una foto con su hija, las dos con pañuelo celeste. “Le expliqué que estaba dando la lucha y ella sola me pidió el pañuelo”, contó en televisión.

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Marchando juntos. El miércoles a la noche, Fernando Locatelli, director y profesor de teatro, estuvo en la plaza del Congreso con sus hijos, Juan (9) y Catalina (7), y al día siguiente, compartió la charla que tuvo con su hija cuando se iban. “Subiendo la escalera del subte en Callao, plagado de pañuelos verdes, le explicaba a Cata: hija, todo esto es posible gracias a todas estas mujeres que hace tiempo que blablabla... ‘ya sé, papi’, con cara de ¿qué me estás explicando?”, escribió en Facebook. “Me pareció muy fuerte, y lo conté desde mi lugar de padre y de hombre. Tengo 47 años y para mí es un proceso de aprendizaje todo. Ella me responde, sí papá… Y yo me quedo con la contradicción de hasta qué punto le tengo que explicar algo en lo que ella ya está metida. Mi hijo también me sorprende con su apertura, y hasta me corrige a mí con cuestiones que todavía se me escapan en lo cotidiano”. En su caso, los chicos habían acompañado a su mamá a marchas de Ni Una Menos, así que no eran ajenos al tema, pero un día en la plaza unas chicas les repartieron unos pañuelos verdes, así que volvieron a hablarlo.

“Les pregunté si sabían de qué se trataba y me dijeron ‘sí, pero explicanos’. Así que les conté, cuidadosamente. En mi familia es todo muy fluido. Mi hija dice, ‘claro papá, si la mujer no quiere es su cuerpo’. Y yo me animé a dar un paso más y le pregunté si sabía cómo una mujer llega a estar embarazada, a lo que me respondió que no, pero que se lo explicara después. Ella con sus 7 años llegó hasta ahí. Lo lindo fue poder compartir todo con ellos, vimos juntos la votación”.

Raquel Tarullo, docente e investigadora, también habló del tema con sus hijos. “Fermín (13) nos preguntó qué opinábamos porque los youtubers que sigue están a favor de la legalización, y en la escuela hicieron un debate en clase. Así que vino y nos dijo: ‘explíquenme’. Con Simona (10) pasó que ella no sabía qué era el aborto, pero escuchó hablar del tema a Miss Bolivia, que a ella le gusta, así que les explicamos, desde la sencillez, del aborto y la legalización, de las injusticias e inequidades sociales, y que nosotros estamos de acuerdo con que la mujer es la que decide, en condiciones dignas”, cuenta.

El jueves se despertó, y Simona le preguntó cómo salió la votación, y juntas vieron el discurso de Silvia Lospennato del final. “Fue hermoso mostrarles los discursos. Yo les explicaba que la diputada que hablaba era de un partido político y las que la aplaudían eran de otro, y eso como padres fue esperanzador. Ellos lo ven con más naturalidad. Mi hija me dice ¿por qué no darlo en adopción? Y me parece interesante, porque para lo que plantea también es necesaria la legalización, poder ir a un hospital y decidir la mejor opción. Nunca en la clandestinidad”.

 

Qué pasó en las escuelas 

Durante los dos meses que duraron las exposiciones en el Congreso, los patios y pasillos de los colegios se convirtieron en una extensión natural de los espacios donde los chicos escuchaban hablar –y discutían entre ellos– del tema del aborto. El jueves, tras la media sanción, según cuentan docentes de escuelas religiosas de Martínez, Merlo y Carapachay que pidieron mantener su identidad en reserva, hablaron con los chicos de primaria –en una reunión en el patio, o en las aulas tras la votación– y se les contó de qué se trataba lo que se acababa de votar. El mensaje, de forma más o menos directa, era el mismo: que si se aprobaba, la ley iba a servir para “matar bebés”.

Para la docente Florencia Lafforgue, integrante de la Campaña Nacional por el Aborto Seguro y Gratuito, “la demanda que traen los niños y niñas es importante: hay que escuchar qué traen. En los primeros años de implementación de la ESI, salían cuestiones de fantasías sobre qué es un aborto, cosas cruentas y terribles. Dependerá de cómo es la escuela, el contexto y el lugar, pero a partir de los argumentos de estos dos meses hay mucha tela para cortar para abordar el tema”, dice. “La promoción de la salud, la autonomía y los derechos son buenos ejes que se pueden trabajar sin necesidad de callar las voces en contra”. Además, agrega: “Desde la Campaña pensamos en hacer martes verdes para niños y niñas”.