En los últimos años Argentina cobijó a mujeres y familiares de capos narcos pertenecientes a distintos carteles de México y Colombia. Algunos pidieron asilo por sentirse perseguidos, como el caso de la ex esposa y los hijos de Pablo Escobar Gaviria, pero otros –como la familia de Mi Sangre, el narco colombiano capturado hace tres años en Pilar– se instalaron de manera legal y sirvieron como escondite a sus familiares. La familia del fundador del Cartel de Medellín llegó a la Argentina hace más de veinte años. Con nuevas identidades, vivieron una nueva vida hasta que fueron vinculados en una causa falsa que terminó archivada. Actualmente residen en la ciudad de Buenos Aires. Sebastián Marroquín produjo en los últimos años un documental sobre su padre y escribió una biografía. Henry de Jesús López Londoño, más conocido como Mi Sangre, vivía con su esposa y su hija en una casa del country Nordelta. Llegó con otra identidad a la Argentina, hasta que fue descubierto y detenido por la Policía. Ruth Martínez Rodríguez es la ex mujer del capo narco más poderoso de Colombia: Daniel “el Loco” Barrera Barrera. También eligió nuestro país –y el exclusivo country Nordelta– para rehacer su vida, aunque tiempo después fue procesada por la Justicia por su presunta vinculación con el envío de cocaína a Europa oculta en muebles, en un operativo que fue conocido como “Luis XV”. Claudia Arias Celis también es colombiana. Está procesada junto a su marido, Jesús Antonio Yepes Gaviria, en una causa por narcotráfico y lavado de dinero. Obtuvo la prisión domiciliaria porque no tiene quien pueda cuidar a sus tres hijos de 12, 5 y 2 años.
