Belleza y esplendor reinan en el carnaval de Río

Desde los orígenes de los juegos de azar hasta los albores de la lengua portuguesa, de una "metamorfosis" en tiempo real a la evocación del Jorobado de Notre Dame, las historias se sucedieron en el primer desfile de carnaval de Río, en un escenario de ensueño en el que reinaron la belleza y el esplendor.

Las "escolas de samba" Estacao Primeira de Mangueira, Unidos da Viradouro y Unidos da Vila Isabel fueron las favoritas del público entre las seis agrupaciones del Grupo Especial -las que compiten por el campeonato-, que con su ritmo y color hicieron vibrar la tradicional pasarela Marqués de Sapucaí.

Con su "enredo" -alegoría- La Viradouro da vuelta el Juego, el grupo sorprendió al público al hacer subir y bajar a 300 integrantes, en pleno desfile y sin perder el compás, de una inmensa carroza de 40 metros de largo, que representaba un enorme tablero de ajedrez.

Los 3.300 miembros del grupo exhibieron innovadores y coloridos trajes representando piezas de dominó, de ajedrez, barajas, dados y juegos infantiles, y fueron ovacionados por el público que, extasiado por la sorpresa, entonaba a coro "es campeona".

A su turno, la tradicional "Mangueira" tiñó con sus típicos y definitorios colores verde y rosa la avenida, y se confirmó como una de las preferidas del público, que entonó junto a sus más de 4.000 integrantes las estrofas de su enredo "Ven al ritmo de Mangueira, ven a sambar, mi idioma tiene el don de transformar".

Con su alegoría titulada "Mi patria es mi lengua, Mangueira mi gran amor. Mi samba va hasta el Lacio y recoge la última flor", el grupo homenajeó a la lengua portuguesa y su transformación, en Brasil, por la influencia de las lenguas indígenas autóctonas y de los esclavos africanos.

Entre las alegorías presentadas por la agrupación, cuya reina de fue la cantante Preta Gil, hija del ministro de cultura y cantautor Gilberto Gil, se destacó una representación tridimensional de la obra "Abaporú", de la pintora modernista Tarsila do Amaral. En el cierre de la primera jornada de desfile especial, la campeona del carnaval 2006, Unidos da Vila Isabel, contó la historia "Metamorfosis: Del reino natural a la corte popular del carnaval. Las transformaciones de la vida", que ilustró con un gigantezco y deslumbrante lagarto de más de 15 metros de largo que iba cambiando de color a lo largo del desfile.

Sobre el lagarto, una calesita llena de mariposas "volando" -que según uno de sus creativos, Cid Carvalho "son la más pura traducción de lo que es la metamorfosis"- entusiasmó al público, que ovacionó a los 3.400 componentes de la agrupación, que mostró garra para conquistar el bicampeonato.

Las otras "escolas" que participaron de la primera gran noche del carnaval carioca, fueron Imperio Serrano, que llevó a la avenida el enredo "Ser diferente es normal", Mocidade Independiente, que contó la evolución de la artesanía brasileña de diversas regiones, y la Estacio de Sá, que narró la historia del fruto "sapotí", origen de la goma de mascar.

Para contar su "historia de los diferentes", Imperio Serrano destinó uno de los sectores -"alas"- de sus más de 4.000 componentes a los Gitanos, y u na carroza alegórica llevó a la avenida una réplica de la catedral de Notre Dame, donde según la literatura vivió el famoso Jorobado de Notre Dame.

La pintora mexicana Frida Kalho, quien tras un accidente quedó renga, también fue recordada por la agrupación. En la noche de hoy se presentan en Río las "escolas" Unidos do Porto da Pedra, Unidos da Tijuca, Académicos do Salgueiro, Portela, Imperatriz Leopoldinense, Académicos do Grande Río y Beija-Flor de Nilópolis. Aunque el clímax del mayor carnaval del mundo se concentra en Río de Janeiro, en virtud del lujo y la fastuosidad de las "escolas" del Grupo Especial, el ambiente de fiesta y alegría continúa reinando en todo el país.

Centenas de desfiles callejeros arrastran a las calles multitudes que unen la noche y el día en una mezcla de excesos, bailes, besos y alcohol, que sólo verá su fin el próximo miércoles, cuando como por arte de magia, después del mediodía, todo retorne a la normalidad.