SOCIEDAD
HARRY & MEGHAN

"Black Princess": la bandera del racismo ensombrece la Boda Real

Como en EEUU, Meghan Markle sufrió por los insultos racistas que recibió su madre, Doria Ragland, descendiente de esclavos.

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Doria Ragland, madre de Meghan, es descendiente de esclavos africanos. | AFP

La meghamanía se vive estos días en las calles de Londres y Windsor, previo a la boda del príncipe Harry con su novia, la actriz Meghan Markle. Miles de personas asistirán al paso del cortejo nupcial, y muchas de ellas ya acampan hace varios días para reservar un lugar privilegiado. Se emitieron estampillas, monedas y los souvenirs se venden como pan caliente. Sin embargo, no todos quieren a la que llaman “Black Princess”, la princesa negra.

La recepción a Meghan en su país de adopción despertó el fantasma, que se creía desaparecido, de la xenofobia y el racismo en Gran Bretaña. A muchos no les gusta que la futura esposa del nieto de la reina sea morena o que tenga raíces afroamericanas y el movimiento racista se intensificó a tal punto que Meghan recibió amenazas de muerte. Por este motivo, las medidas de seguridad en torno a la boda debieron extremarse.

"Esta historia me sigue persiguiendo", escribió Meghan en un artículo de la revista Elle hace unos años, refiriéndose a los ataques racistas que sufrió en Estados Unidos desde su niñez. Su abuelo le contó que en una ocasión tuvo que pedir por separado en un restaurante de comida rápida en Estados Unidos y después comérselo en su automóvil.

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Meghan Markle también sufrió por los insultos racistas que recibió su madre, Doria Ragland, una profesora de yoga y terapeuta para la tercera edad, cuando en una oportunidad no salió lo suficientemente rápido de un estacionamiento. En muchas ocasiones en Los Angeles, contó Meghan, confundieron a su madre con su niñera.

Meghan contó en otra ocasión que sus padres le transmitieron seguridad en sí misma, una cualidad que claramente viene de familia. La que está a punto de convertirse en princesa británica dice estar especialmente orgullosa de que uno de sus antepasados eligiera el apellido Wisdom (“sabiduría”) tras la abolición de la esclavitud en 1865.

BAJO AMENAZA

Popularidad. El príncipe y la actriz se casan este sábado en la ciudad de Windsor.

Lo que Meghan, de 36 años, no esperaba es que también en Gran Bretaña sería atacada por su origen mestizo y uno de los punto álgidos del escándalo de racismo surgió en seno del partido populista de derecha “Ukip”, cuyo líder, Henry Bolton, tuvo que renunciar.

La novia de Bolton, 30 años menor que él, admitió haberle enviado mensajes a un amigo en los que hablaba de forma peyorativa de Meghan y de todas las personas negras. También se avergonzaba de que la estadounidense allanaba el camino para un “rey negro” en Reino Unido. Tras renunciar al partido, Bolton dejó a su novia.

El príncipe Harry, de 33 años, se vio obligado a proteger a su prometida de "insultos y vejaciones" recibidos a causa de su color de piel. El príncipe denunció "el sexismo y el racismo de los 'trolls' en las redes sociales" y los tintes racistas de algunos medios británicos. Esta actitud de Harry le hizo ganar muchos elogios pero no sirvió de mucho y el siguiente ataque lo recibió en su propia familia.

La indignación de Harry llegó a su punto máximo en diciembre, cuando la princesa Michael de Kent -prima de la reina Isabel II- asistió al almuerzo de Navidad usando un broche "blackamoor", un tipo de figuras africanas que representaban a los esclavos de la era colonial.

La princesa de Kent, hija de un oficial nazi y casada con un primo de la reina, explicó que “el broche era un regalo y ya fue lucido en algunas ocasiones" y dijo que estaba “muy apenada” porque la joya hubiera provocado indignación. Años antes, fue muy criticada cuando en un restaurante pidió a una pareja negra “que regresen a las colonias”.

La situación se volvió realmente tensa unos meses después cuando llegó un paquete al Palacio de St. James que contenía un mensaje racista y una sustancia qie resultó ser inofensiva pero claramente pretendía infundir temor. Por esta razón, la policía británica está en estado de alerta ante la posibilidad de que se produzcan ataques más violentos contra Meghan durante su boda.

OTRO PAÍS, MISMO DILEMA

Decenas de personas acampan en Windsor, a 35 kms. de Londres, para no perderse nada.

Chamion Caballero, del Mix-d Museum, cree que la boda real de este sábado demuestra que la tolerancia está creciendo en el país, pero no confía en que vaya a cambiar nada en profundidad. "Posiblemente habría más racismo en las discusiones públicas si Meghan tuviese la piel más oscura", contó la directora del archivo digital de culturas mixtas en Reino Unido.

Según un reciente estudio sociológico en el Reino Unido, cuanto más oscura es la piel de la persona, mayor es la discriminación que puede sufrir. "El Reino Unido sigue siendo 87 por ciento blanco", explica un artículo del New York Times. “Las personas negras conforman el tres por ciento de la población según el censo más reciente, en 2011, muchos de ellos agrupados en vecindarios de diáspora como New Cross".

"Las primeras parejas interraciales datan de la era de la reina Isabel I” en el siglo XVI, explicó la revista Newsweek. "En ese entonces, la moda entre las familias ricas consistía en tener criados negros e indios, principalmente varones. Pronto, las mujeres inglesas de raza blanca formaban parejas con esos esclavos liberados, provocando un gran pánico moral".

La situación actual es preocupante. La organización que sondea la discriminación racial, religiosa y ética “The Runnymede Trust” publicó que uno de cada cuatro británicos admite tener prejuicios raciales y que cerca de la mitad de la población no querría que un familiar se casara con una persona musulmana.

Según el informe de Newsweek, los británicos de raza negra y de origen asiático deben enviar el doble de currículum  y referencias que los británicos blancos que cuentan con las mismas capacidades para obtener entrevistas de trabajo, y de acuerdo con el exministro de Educación Superior, David Lammy, en 2017 no se ofreció un lugar a ningún estudiante de raza negra en 13 universidades de Oxford.

Anthony Gunter, criminólogo de la Universidad de East London, dijo que le había sorprendido descubrir que muchos de sus conocidos negros ahora están “encantados” con la historia de Markle. "Para prácticamente todas las personas negras o morenas que conozco, esta es la primera boda real en la que se han interesado aunque sea un poco", dijo al NYT. "Incluso los republicanos. Simplemente no pueden evitarlo. Hasta en contra de su mejor criterio, se muestran curiosos acerca del hecho de que habrá invitados negros".