SOCIEDAD
alegatos por la tragica salidera en la plata

Caso Píparo: el fiscal pidió prisión perpetua para cinco acusados

Marcelo Romero entendió que Carlos Moreno fue el autor del disparo contra la joven embarazada. Desligó a Carlos Burgos, aunque reclamó que lo condenen a 15 años por otros dos ataques a la salida de un banco.

Critica. La mujer baleada habló sobre la inseguridad y la realidad que se vive en el país: “Es un tema al que no se le da importancia”.
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El fiscal Marcelo Romero pidió ayer la pena de reclusión perpetua para cinco de los siete acusados de participar en la salidera bancaria a Carolina Píparo, embarazada de nueve meses, balearla y provocar la muerte de su bebé, Isidro. Para los otros dos, solicitó 15 años. “No vi ni una señal de arrepentimiento en ellos”, destacó. Burgos, quien había sido señalado como el tirador, fue desvinculado en el ataque contra la embarazada aunque Romero entendió que formaba parte de la misma banda.

Pocos minutos antes de las 10 de la mañana, los siete imputados se sentaron frente al fiscal para escuchar su exposición después de dos meses de debate. No hablaron. No miraron a Carolina Píparo. Ni a ella ni a su marido. Sólo bostezaron en algún tramo de las más de dos horas que duró el alegato.

Romero pidió la pena de reclusión perpetua para Carlos Moreno (20) como autor material del disparo; Luciano López (20) y Juan Manuel Calvimonte (25) como coautores y miembros de una “asociación ilícita”; Miguel Angel “Pimienta” Silva (43), el marcador y Carlos Jordán Juárez (45), el jefe de la organización.

A los cinco les atribuyó el delito de “asociación ilícita, robo doblemente calificado por el uso de arma y en poblado y tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y en concurso de dos o más en concurso ideal con homicidio doblemente calificado por alevosía, por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Carolina Píparo y de su bebé, que murió una semana después de nacer, Isidro Buzali.

Enseguida se refirió a la situación de los otros dos acusados: Carlos Burgos (21) y Augusto Claramonte (44). Para el primero reclamó una pena de 15 años por formar parte de la misma “asociación ilícita” en el caso Píparo, y por el robo doblemente calificado por ser en poblado y con empleo de arma no apta en otra salidera ocurrida días antes, y en perjuicio de dos mujeres. Lo mismo pidió para Augusto Claramonte, por el delito de “asociación ilícita” en concurso real con el robo sufrido por Píparo en 2010.

“No me caben dudas de que la quisieron matar. Estaba arrodillada, golpeada y embarazada y le dispararon. Carolina y su mamá eran dos mujeres indefensas que se encontraron con un cobarde que disparó. La banda no elegía a un hombre o a una mujer corpulenta que les pudiera dar una cachetada, sino mujeres indefensas. No había que ir a la facultad para saber diferenciar qué es un embarazo, hinchazón o gordura. Le dispararon y el cofre donde estaba Isidro lo destruyeron”, argumentó Romero.

“Se habla de exclusión social para justificar el delito, pero los abanderados del abolicionismo se olvidan de que el hombre es el único animal que mata por matar, pero el hombre tiene el libre albedrío. Es falso decir que ellos fueron empujados al delito por la situación social. Acá eligieron el mal, le dispararon a quemarropa (a Píparo), mataron al hijo y ella está viva de milagro. Muchos de ellos tienen contención familiar, las madres de los acusados lloran”, remarcó. En la cuarta fila, detrás de unos lentes negros se ocultaban las lágrimas de la hermana y la madre de Burgos.

El fiscal fue contundente: “Burgos no fue el autor del disparo”. Reconoció que creía en la culpabilidad del joven como el autor material, pero que “las cosas cambiaron” en el transcurso del juicio. “No puedo ser necio y no escuchar a los testigos. Carolina reconoció la voz de Moreno como el autor y no puedo poner en duda su palabra. Las cosas cambiaron acá (en el juicio), y no antes, por eso yo cambio. No pienso pedir una condena a alguien que cometió un delito”, explicó Romero.

A pesar de no haber participado de la salidera a Píparo, según el fiscal, era miembro de la banda y cometió uno de los robos apuntando con su arma a otras dos mujeres, unos días antes del robo a Carolina. Por eso pidió 15 años. “Hay que reconocerle que fue el único que habló, que miró a los ojos a Carolina cuando ella se lo pidió en la reconstrucción del hecho”, destacó.

Mientras el fiscal exponía sus argumentos, Burgos
buscó la mirada de Píparo. Ella se limpiaba las lágrimas y tomaba agua por el aire agobiante que se respiraba en la sala.
Su marido, Ignacio, también lloraba.