Un
millonario fraude contra la
Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) fue
denunciado por las autoridades del organismo y por el caso la Justicia ordenó la detención de
quince personas.
Hasta el momento, por la estafa
dos funcionaros del organismos fueron detenidos y
excarcelados, mientras que el contador tucumano
Jorge Napoleón Decoud Griet está prófugo.
Las autoridades del ANSES denunciaron que el fraude ascendería a
3 millones de pesos, según informó el diario
Clarín.
Los estafadores
cobraban indebidamente reintegros por asignaciones
familiares que la ANSES paga a las
empresas a través del llamado
Fondo Compensador.
El sistema de asignaciones familiares tiene
un movimiento de 3.500 millones de pesos al año.
Luego de la investigación del fiscal
Guillermo Marijuan, el juez federal
Jorge Ballestero ordenó las detenciones. La
causa penal es por los delitos de
asociación ilícita, adulteración de documentos y falsedad
ideológica, entre otros.
Hasta el momento prestaron
declaración indagatoria 14 personas y en uno de los 16
allanamientos que realizó la
Gendarmería Nacional se secuestraron 250.000 pesos, 19.000
dólares y 4.000 euros en una oficina donde se realizaba la confección de los
formularios fraguados, se adulteraban partidas de
nacimiento, actas de matrimonio y casamientos.
Los acusados
alteraron la documentación de 21 empresas inactivas o quebradas
que habían tenido en el pasado reintegros a su favor, para luego, volver a incorporarlas al
sistema y girar el reintegro a una cuenta bancaria alterando la CBU (clave bancaria única) para
asignarlas a otro integrante de la red que cobraba ese dinero.
Todas las solicitudes de cobro de los reintegros ingresaban todas por la delegación
Liniers de ese organismo, aunque se trataran de empresas deJujuy, Neuquén o Tucumán.
Y aunque fueran de distintas empresas, los formularios y recibos de sueldos de los supuestos
empleados con derecho a las asignaciones estaban escritos con
la misma letra.
Además, los cambios en la CBU se realizaban pocos días antes de cada liquidación de
reintegros que estaban certificados por el mismo estudio contable con oficinas en Tucumán, por lo
que la causa se conoce como
“la conexión tucumana”.