SOCIEDAD
escandalo en salta

Cómo es el refugio donde está el cura sospechado por lavado

Agustín Rosas fue separado de su cargo por orden del Vaticano. Lo enviaron a un monasterio alejado, mientras definen su futuro.

Montaña. Lejos de la ciudad, Rosas vive en medio de las sierras.
| Julio Nakhle
Desde Salta
Atrás quedaron los días en que Agustín Rosas, el cura franciscano investigado por el Vaticano por lavado de dinero y supuestos vínculos con el narcotráfico en Salta, era el referente absoluto en la iglesia de la Santa Cruz. Hoy, tras la acusación eclesiástica que pesa sobre él, está refugiado entre montañas lejos de la gente, mientras la comisión del Vaticano continúa sus averiguaciones sobre sus manejos económicos.
En un monasterio ubicado a 30 kilómetros de la capital salteña, sobre la ruta 48, Rosas goza de la tranquilidad que le brindan las sierras subandinas de la región. Lejos del alboroto urbano y las acusaciones, el párroco sabe que casi nadie puede llegar hasta ese lugar, porque hacerlo demanda atravesar dos cerros durante más de una hora de viaje en auto, por un camino sinuoso y de ripio.
La casona construida hace poco menos de dos años, y ubicada a escasos 100 metros del cuartel utilizado por el héroe gaucho Martín Miguel de Güemes en la guerra de Independencia, no cuenta con servicios. Pero ya está lista para hospedar a 25 integrantes de la Iglesia Católica, aunque hoy sólo alberga a tres miembros, según detalló uno de los habitantes a PERFIL. “Estamos aquí por órdenes del padre Agustín”, dijo el joven al recibir a este diario, quien aclaró que Agustín es Rosas. Los miembros internados son quienes pertenecerían al grupo que el cura lideraba hasta hace poco más de dos semanas.
Sin embargo, el franciscano indicó que hasta el viernes Rosas aún no había llegado y que no sabía, si es que lo hará, en los próximos días. “No lo he visto y no estoy enterado de nada porque acá no tenemos señal ni contacto con nadie”, comentó pese a que el obispo emérito de Quilmes, Luis Stöckler, fue quien aseguró a un medio local que la casona ubicada en Finca La Cruz fue el lugar designado por el Vaticano para el cura. Pese a las contradicciones, lo cierto es que nadie volvió a ver a Rosas después de que la denuncia se hizo pública.
Al respecto, el católico dijo que la semana pasada “Stöckler vino a conocer el lugar y a saludarnos, pero no nos dijo nada al respecto”, se limitó a contestar. La comisión encabezada por Stöckler regresó a Buenos Aires el jueves a la mañana y, si bien el obispo emérito desmintió la acusación ligada al narcotráfico y al lavado de dinero, admitió que Rosas fue apartado por “cuestiones internas de la Iglesia”. El emisario del Vaticano reconoció que desde Roma le pidieron “un informe de la situación financiera y económica de los institutos”, dijo en una entrevista al diario salteño El Tribuno.
Lo cierto es que la parroquia liderada por Rosas quedó intervenida, el cura fue apartado y enviado a Finca La Cruz por órdenes de la Santa Sede. Una situación similar ocurrió con la hermana María Luz y José, otros referentes de la iglesia de la Santa Cruz, aunque ellos fueron destinados a otros refugios.