SOCIEDAD

Cómo fue la primera Misa de Gallo del papado de Francisco

Brindó la bendición navideña y pidió a los católicos "no tener miedo". Su mensaje y la intimidad de la ceremonia.

Francisco brindó su primera Misa de Gallo.
| AFP.

El papa Francisco recordó hoy que "Jesús vino a liberarnos de las tinieblas y darnos la luz" y pidió a los católicos "no tener miedo", porque Cristo guía a su pueblo en medio de la oscuridad y le da la paz, al presidir la primera misa de Nochebuena desde su elección pontificia.

"Somos un pueblo en camino y a nuestro alrededor, y también dentro de nosotros, hay tinieblas y luces", dijo Francisco durante la homilía en la basílica de San Pedro, del Vaticano.

El Papa sostuvo que en este camino "se alternan momentos de luz y de tiniebla, de fidelidad y de infidelidad, de obediencia y de rebelión, momentos de pueblo peregrino y de pueblo errante", y agregó que "también en nuestra historia personal se alternan momentos luminosos y oscuros, luces y sombras".

Francisco advirtió que "si amamos a Dios y a los hermanos, caminamos en la luz, pero si nuestro corazón se cierra, si prevalecen el orgullo, la mentira, la búsqueda del propio interés, entonces las tinieblas nos rodean por dentro y por fuera".

"Quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos", añadió. Tras señalar que los pastores "fueron los primeros que recibieron el anuncio del nacimiento de Jesús", precisó que "fueron los primeros porque eran de los últimos, los marginados".

El Papa ingresó a la basílica de San Pedro con la imagen del Niño Dios, que al finalizar la liturgia colocó en el pesebre del templo vaticano.

La primera lectura fue en inglés y la segunda se hizo en español, y estuvo a cargo de la argentina Lía Servino, virgen consagrada que colabora en el Vaticano, mientras que el Evangelio se leyó en latín. En tanto, las intenciones de los fieles fueron en arameo, francés, chino, italiano y polaco. La eucaristía fue concelebrada por 30 cardenales, 40 obispos y más de 250 sacerdotes.

El Papa argentino no encendió el cirio de la paz y encargó esa tarea al archipreste de San Pedro, cardenal Angelo Comastri. El purpurado también descubrió las imágenes del pesebre instalado en plaza San Pedro, en medio de cánticos napolitanos. "El Papa está aquí presente con el corazón", dijo Comastri.

Mañana, desde el balcón de la basílica de San Pedro, Francisco transmitirá su mensaje navideño e impartirá la tradicional bendición apostólica "Urbi et orbi".

Por otra parte, el diario vaticano L'Osservatore Romano publicó hoy la carta que Jorge Bergoglio envió al sacerdote salesiano Enrique Pozzoli, quien lo bautizó un 25 de diciembre de 1936 en la basílica María Auxiliadora y San Carlos Borromeo, del barrio porteño de Almagro.