Mientras que el gobierno nacional
reclama
"responsabilidad al volante" y anuncia planes de seguridad vial, en algunos lugares del país es
posible sacar el carnet de conducir sin nunca haber aprendido a manejar. Al menos así lo
demostró
una investigación del diario
Río Negro, en la que una periodista obtuvo el registro en las ciudades de
Mainqué, Cervantes y Enrique Godoy sin residir en ninguna de ellas y sin saber
manejar.
Los trámites duran diez o quince minutos en promedio,
cuestan entre 25 y 40 pesos y habilitan al conductor por cinco años. Con
variaciones según el municipio, se debe presentar certificados médicos o de antecedentes, aunque
se aceptan documentos sin nombre, o con otros domicilios:
los empleados apenas si los miran antes de guardarlos en el expediente, según
consta en la investigación.
En ningún caso fue necesario rendir examen teórico-práctico para comprobar la capacidad de
conducción.
La falta de controles se perpetua con la
complicidad de funcionarios, que privilegian los aportes a las arcas comunales, y vecinos
que buscan evitar los controles. El informe denuncia que personas de distintos puntos del
Alto Valle del Río Negro acuden a estas localidades para sacar el carnet casi sin exigencias: sólo
así se explica que el número de licencia expedido a nombre de la periodista en Cervantes era
superior al 28.900, cuando ese municipio tiene unos cinco mil pobladores.
Mientras el Gobierno impulsó esta semana una nueva ley de seguridad vial y en enero hubo
116 muertes en accidentes sólo en las rutas turísticas,
la periodista de Río Negro terminó con tres registros en dos días, sin pasar
examen alguno y desconociendo la mayor parte de los
requisitos que establece
la actual Ley Nacional de Tránsito 24.449.