SOCIEDAD
LOS TOURS PUEDEN COSTAR HASTA 20 MIL DOLARES POR PASAJERO

Contingentes de turistas chinos viajan para conocer la Antártida

Es uno de los destinos más solicitados, con El Calafate y las Cataratas. Durante 2013, el continente blanco fue visitado por 1.500 orientales.

Chinos, en la Antártida.
| Gentileza Diego Chen

“Pisar la Antártida y después morir” es el lema de una de las agencias de turismo locales que operan con el mercado chino, entre los más prometedores a los que apuesta el país. Es que en los últimos tres años, la Antártida se convirtió en uno de los destinos más elegidos por los turistas chinos por considerarlo “exótico”, algo que les brinda un estatus socioeconómico que no cualquiera alcanza: el de recorrer el fin del mundo.

El año pasado, casi 30 mil turistas del gigante asiático ingresaron al país según los registros de Ezeiza y Aeroparque, una cifra que viene creciendo en los últimos cinco años. Desde la Cámara Argentino China estiman que para 2015 el crecimiento será del 20%. Además del continente blanco, al que el año pasado fueron 1.500 turistas chinos, también eligen destinos como Iguazú y El Calafate, reconocidos mundialmente.

Por qué apostar a este tipo de mercado se explica con los números que representa a nivel mundial. El año pasado, 98 millones de ciudadanos chinos viajaron al exterior y gastaron nada menos que 128.700 millones de dólares. En Estados Unidos, por ejemplo, calculan que cada chino gasta un promedio de 5 mil dólares en su viaje. Por eso, en varias provincias argentinas trabajan en acciones promocionales que impulsen aun más este mercado.

“A los turistas chinos les despierta fascinación conocer la Antártida por su flora y fauna y por el espectáculo que representa, pero también por lo que significa a nivel socioeconómico, ya que es un tour sumamente exclusivo que ellos consideran un producto de alta gama”, explica Matías Sket, secretario de Políticas Externas de Tierra del Fuego, desde donde parten los cruceros a la Antártida. Según explican, antes eran los norteamericanos y los canadienses quienes más realizaban estos viajes, pero desde hace tres años son los turistas chinos y rusos quienes los demandan. Sucede que este tipo de viajante ya visitó Asia, Europa y Estados Unidos, por lo que empieza a mirar hacia lugares más exóticos, como los que se encuentran en Latinoamérica.

Los viajes se realizan en cruceros de siete días, durante la temporada que va de octubre a marzo (enero y febrero son los meses de mayor demanda). Y tienen características científicas y formativas, ya que en los barcos se les dan charlas instructivas sobre fenómenos climáticos, recursos naturales, flora y fauna, que después ven cuando hacen los desembarcos, explica Sket.

Desde las agencias de turismo agregan que los tours por tierra incluyen visitas a las bases científicas y a las estaciones balleneras en desuso, y los de mar apuntan a conocer playas alejadas y lugares inhóspitos. Los viajes suelen abarcar de 15 a 20 personas, y rondan entre los 6 mil y 8 mil dólares por pasajero. Si compran paquetes con traslados aéreos y alojamientos, pueden ascender a los 15 mil o 20 mil dólares.

Como contra, las agencias turísticas se quejan por las trabas que existen a la hora de conseguir las visas de turismo, algo en lo que, reconocen, la Cancillería trabajó para flexibilizar. “Se realizaban entrevistas personales, se miraba con más detenimiento la documentación y se pedían demostraciones del lugar donde trabajaban”, explicaron. Ahora, si los pasaportes tienen sellos de salida hacia países como Estados Unidos o Europa, y pueden demostrar que cuentan con los medios para sustentarse en un viaje turístico, los trámites podrán acelerarse.

“Buenos receptores”
A nivel nacional se trabaja en acciones de promoción turística que instalan a la Argentina como uno de los destinos elegidos por los chinos en sus vacaciones. Para eso, el Ministerio de Turismo de la Nación trabaja en conjunto con la Secretaría de Políticas Externas de Tierra del Fuego en la adaptación a las normas que el gobierno chino promueve para convertirse en “buenos receptores” del turismo oriental. Van desde la adaptación de cartelería al idioma o un régimen de comidas en particular, hasta la disponibilidad de variedades de té y sus formas de preparación en los hoteles.
En Ushuaia, además, se promueve desde este año que los guías turísticos tomen clases de chino para poder comunicarse mejor con los turistas, que encuentran en el idioma la principal barrera. También organizan viajes para la prensa local y revistas reconocidas, como la National Geographic.
Desde el Instituto Nacional de Promoción Turística (Improtur), en tanto, este año participaron en dos acciones conjuntas con Chile para promocionar los destinos argentinos y chilenos en ciudades como Beijing, Shanghai y Hong Kong.