SOCIEDAD
ayer despidieron sus restos

Córdoba: dolor en el último adiós a la maestra asesinada

María Eugenia Lanzetti fue acuchillada el miércoles pasado por su ex marido en el jardín, delante de sus alumnos. “Era una mujer querida por todos”, dijo un familiar.

Velatorio. María Eugenia tenía 45 años. Sus dos hijos, de 17 y 21, estuvieron en la cochería donde fueron velados sus restos.
| El periodico de San Francisco

Los familiares y amigos le dieron el último adiós a la maestra jardinera asesinada por su ex pareja delante de sus pequeños alumnos en Córdoba.
El cuerpo de la mujer fue enterrado ayer en el cementerio municipal de San Francisco y decenas de personas acompañaron en el profundo dolor a los dos hijos del matrimonio, de 17 y 21 años. “María Eugenia era una mujer que vivía para trabajar y querida por todos”, la recordó su prima y agregó: “En cambio, él fue un loco desde el día mismo que se casó”. El lunes el acusado debe declarar ante la Justicia.
Mauro Bongiovanni ingresó, el miércoles pasado, a la salita del jardín maternal “Estrellitas traviesas” (que funciona en un centro vecinal situado en La Rioja 2653 del barrio Jardín) y sin mediar palabras comenzó a acuchillar a su ex pareja María Eugenia Lanzetti, de 45 años. La autopsia determinó que fue degollada y que murió en el acto. Cinco nenes, que estaban en ese momento en la sala, fueron los testigos del trágico hecho.
Bongiovanni fue detenido media hora después del crimen y desde ese momento quedó encarcelado.
Inmersa en un profundo dolor, Silvana Tomatis Lanzetti, prima de la víctima, dialogó con PERFIL y aseguró que aún no le encuentra una explicación a lo que pasó. “María Eugenia era una mujer que vivía para trabajar, buena, querida por todos. Ella vivió siempre en el campo, cerca de Cello, en Santa Fe donde el padre tenía campo y ella trabajaba ahí mismo. Se mudó a San Francisco cuando conoció a este hombre cuya familia tiene una fábrica, y les va bien, pero él siempre fue un loco, una persona muy violenta desde el día mismo que se casó”, contó.
“Ella decidió divorciarse porque él la maltrataba, era un hombre muy bruto, principalmente con María Eugenia, porque a los hijos no los trataba así. Ella había hecho varias denuncias, pero él era un hombre con plata y al parecer no fueron escuchadas. A pesar de esas denuncias él no la dejaba en paz, la acosaba permanentemente en su trabajo y en su casa, al punto que tenía que estar con un botón antipánico, que lamentablemente no pudo activar el día de su muerte”, describió el calvario que vivía su prima.
“Los hijos –agregó– están muy mal porque jamás pensaron que su padre podía llegar a matar a su madre. Ahora ellos también tienen miedo de que les pase algo”.
En tanto, los padres de los chicos del jardín que estuvieron presentes cuando se produjo el femicidio donde se desempeñaba María Eugenia Lanzetti mantienen una fuerte preocupación ya que algunos de ellos expresaron su intención “de no ir más al establecimiento”, por lo que evalúan medidas a seguir para minimizar el impacto emocional del hecho.