SOCIEDAD
doble crimen en la matanza

Dos muertos en una pelea entre policías de la Federal y Bonaerense

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Escena. Manchas de sangre en el frente de la panadería donde fueron asesinados los efectivos de la Federal. Derecha: el sargento Andrés Oxance, una de las víctimas. | Cedoc Perfil
Dos efectivos de la Policía Federal fueron asesinados a balazos tras mantener una discusión con un efectivo de la Policía Bonaerense frente a una panadería del barrio San Carlos, en el partido de La Matanza.

El hecho ocurrió pasadas las 21 del jueves en Cristianía y Monte Egmónt, y las víctimas fueron identificadas como Juan Carlos González, quien se desempeñaba en la Superintendencia de Drogas Peligrosas, y Carlos Andrés Oxance, quien estaba en División Custodia y Objetivos Especiales.
En tanto, el policía de la Bonaerense, el teniente Marcos Daniel Fernández, quien presta servicios en la Comisaría Noroeste 5ta de Don Bosco, quedó detenido por el delito de “doble homicidio calificado por el uso de arma de fuego”.

Una de las hipótesis que manejan los pesquisas es que el episodio se produjo cuando el policía bonaerense le fue a recriminar a González una amenaza anterior que había sufrido en su casa el mes pasado, y que se había originado por un accidente de tránsito.
Todo comenzó cuando el policía Oxance se hallaba en la puerta de su panadería conversando con su amigo el policía González, quien además posee un lubricentro a pocas cuadras de allí.

En ese momento, apareció Fernández empuñando un arma, con la cual amenazó a González y le disparó antes de que pudiera defenderse. Oxance, al ver lo que estaba ocurriendo, pretendió intervenir y evitar el crimen, pero recibió también varios disparos y cayó mal herido al piso.
“Cuando llegué al lugar y me entrevisté con Fernández me dijo que se quedó en el lugar porque fue víctima de la situación y que fue legítima defensa porque los dos policías de la Federal sacaron sus armas y quisieron dispararle”, dijo un jefe policial que participa de la pesquisa.

Sin embargo, los peritos determinaron que González tenía su arma guardada, es decir que ni siquiera llegó a defenderse, y el arma de Oxace no fue encontrada en el lugar. Los investigadores determinaron que Fernández y González ya se conocían de antes y ambos estaban imputados en una causa por amenazas recíprocas ocurrida el 10 de septiembre pasado.
La esposa de González aseguró, tras el crimen, que su marido “era un excelente padre, un hombre maravilloso” y pidió que el homicida “no salga más” a la calle.
Orellana agregó que su esposo fue asesinado “a sangre fría”. “Nunca se defendió de la agresión. Este hombre mató con una total impunidad, porque tenía un arma a pesar de sus problemas mentales”, dijo la mujer.n