SOCIEDAD
locura en un pueblito puntano de 3.500 habitantes

Dos muertos y 17 heridos de bala en un boliche

Un inspector de la Policía de San Luis entró a los tiros. Estaba alcoholizado. Mató al comisario a cargo del operativo y a un camionero. “Le disparó a todo lo que se le cruzaba”, contó el dueño del local bailable.

Demencial. Walter Talquenca fue herido y detenido cuando escapaba de Natacha Disco, el único local bailable de Naschel. Ahora está preso en la cárcel de San Luis.
| Tiempo Argentino de San Luis

Natacha Disco es el único boliche que tiene Naschel. En esta pequeña población de la provincia de San Luis, que cuenta con apenas 3.500 habitantes y poco más de cincuenta manzanas, casi todo se cuenta de a uno: la plaza, la iglesia, el hospital, la comisaría. A partir de ahora también se contará una historia. Una historia que perdurará en el tiempo, pero que probablemente cambie según quién lo cuente, como sucede con cualquier leyenda de pueblo que un día se convirtió en  noticia nacional.
Lo que pasó en Naschel sorprende no sólo por las características del lugar, sino por las consecuencias trágicas que tuvo. Walter Talquenca, oficial inspector de la Policía puntana con legajo ejemplar, 43 años, casado y padre de cinco hijos, fue el protagonista de una cacería que no tiene registros en el pueblo ni en la provincia. A eso de las cuatro y media de la madrugada se retiró del boliche junto a su mujer pero a los pocos minutos regresó decidido a matar. Estaba solo. Y empuñaba su 9 mm reglamentaria.
Todavía no se sabe por qué. Si fue fruto del estado de ebriedad en el que se encontraba (un peritaje arrojó como resultado que tenía 1,67 mg de alcohol en sangre) o si tuvo algún problema con alguien en el interior del local. Lo cierto es que comenzó a tirar contra todo lo que se le cruzó en el camino.
Fernando Brizuela, camionero y vecino de la ciudad bonaerense de Rojas, fue su primera víctima. Recibió un tiro en la cabeza. Murió en el acto.
Julio Marcelo Barrios, el jefe de la seccional de la ciudad, fue el segundo.  El comisario, que estaba supervisando el operativo de seguridad en las inmediaciones, falleció de un disparo en el pecho.
Lejos de retroceder, Talquenca continuó con su cacería mientras la gente corría desesperada en busca de un lugar seguro. Siguió tirando y hasta tuvo tiempo de recargar su pistola, dijeron desde la policía local.  
“Venía disparándole a todo el que se le cruzaba”, recuerda con horror Martín Estrada, dueño de Natacha.
Según fuentes del gobierno de San Luis consultadas por PERFIL, otras 17 personas fueron heridas por el accionar demencial del oficial inspector. Una chica de 18 años y un hombre de 46 fueron operados y anoche permanecían internados en terapia intensiva.
El tirador abandonó el boliche como quien escapa de una emboscada. Corrió unos metros sin soltar su arma hasta que fue herido en una pierna por un efectivo policial que también estaba trabajando en la zona.  
Los voceros dijeron que fue detenido y alojado en la unidad penitenciaria de San Luis, donde también fue asistido por la herida sufrida.
Talquenca prestaba servicio en la comisaría de San José del Morro, pero vivía con su familia en Naschel. Según el ministro de Seguridad provincial Martín Olivero, el acusado “no tiene antecedentes violentos”.
“Su legajo indica que era de buen trato con sus camaradas y el público en general”, explicó el funcionario, en conferencia de prensa. También indicó que “los análisis de alcoholemia han dado un resultado de 1,67 (miligramos) de alcohol en sangre”, lo que “significa que ha ingerido bastante bebida alcohólica” antes de disparar.
Sobre el móvil dijo poco: “El juzgado está trabajando en distintos motivos, esta reacción es inexplicable cualquiera fuera el motivo, ya fuera pasional o de cualquiera otra índole”