SOCIEDAD

"El Elegido", la novela de Echarri, tiene su correlato en la vida real

Una ONG le reclama a una empresa privada un territorio que considera sagrado por tener un cementerio querandí. Sospechas de vínculos políticos y religiosos. Fotos.

En el terreno disputado hubo un cementerio aborigen.
| Gentileza Movimiento en Defensa de la Pacha.

Tal como ocurre en El elegido, la novela protagonizada por Pablo Echarri, agrupaciones aborígenes y una empresa que estaría relacionada con el poder político están enfrentadas. El motivo de la disputa es la propiedad de dos hectáreas que los pueblos originarios consideran sagradas por atesorar un cementerio querandí de más de 1000 años.

Los aborígenes señalan que la empresa que quiere quedarse con terrenos para construir allí un barrio privado tiene vinculación con el poder político de turno, tal como ocurre en la novela de Telefe, y sospechan que también está relacionada con un sector de la iglesia católica, exactamente igual que sucede en la ficción.

Todo esto tiene lugar en la localidad bonaerense de Dique Luján, partido de Tigre, en un paraje conocido como Punta Canal (y apodado “Punta Querandí”).

Allí, el Movimiento en Defensa de la Pacha, una agrupación que nuclea a vecinos de Tigre y a descendientes de aborígenes, asegura que en 2007 tierras estatales en las que subyace un enterratorio milenario fueron vendidas irregularmente a Chilespa, una sociedad anónima de la que forma parte Jorge O´Reilly, un ex asesor de Sergio Massa, actual intendente de Tigre y ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández.

Además, la agrupación aborigen sospecha que una desarrolladora de proyectos inmobiliarios llamada EIDICO, que es presidida por O´Reilly, quiere apropiarse de lo que ellos consideran un territorio sagrado.

El objetivo de EIDICO sería ampliar su barrio privado San Benito, ubicado en el terreno lindero al cementerio querandí.

El líder del Movimiento en Defensa de la Pacha, el quechua-aymara Pedro Moreira, le dijo a Perfil.com: “Toda persona entiende que donde descansan los restos de sus abuelos es un lugar sagrado. Yo no estoy atacando a EIDICO, estoy defendiendo un yacimiento arqueológico”.

Para “defender el patrimonio público y cultural” , integrantes de su movimiento realizan acampes frecuentes en el predio. El objetivo es impedir que las máquinas excavadoras de los barrios privados trabajen en un suelo en el que está el enterratorio, tal como ocurrió en hace más de un año, cuando los acampantes frenaron con sus propios cuerpos el avance de topadoras que arrasaron con la flora y la fauna del lugar.

El empresario Jorge O´Reilly señala que el Estado (a través del ONABE) vendió el terreno hace años y que ahora se trata de una propiedad privada.

“Si bien consideramos que todas las personas tienen derecho a manifestarse, creemos que la forma elegida no es la adecuada, dado que se está reclamando por un espacio ignorando derechos de las personas propietarias”, afirmó ante Perfil.com este hombre que fue secretario de Deportes del gobierno de Raúl Alfonsín.

En este sentido, cabe señalar que si bien el Estado vendió las tierras el 27 de abril de 2007, los propietarios todavía no cuentan con las escrituras correspondientes. Sólo disponen de boletos de compra-venta.

Moreira asegura que “sin los títulos de propiedad no hay auténticamente propietarios” y subraya que a su gente no le interesa apropiarse del predio. “Lo que nos interesa es que no quede liberado a la destrucción”, puntualiza.

Tal como sucede en la novela protagonizada por Echarri, algunos vecinos señalan que los emprendimientos inmobiliarios de EIDICO tienen vinculación con una parte de la Iglesia Católica, más precisamente con el Opus Dei.

La oficina de prensa de esa organización religiosa le aseguró a este medio: “La capilla del barrio San Benito no pertenece a la prelatura del Opus Dei”.

O´Reilly también rechaza esa vinculación y aclara que el country lleva un nombre religioso (tal como muchos otros emprendimientos de la empresa) “de forma casual y comercial”.

Sin embargo, en la página web de EIDICO puede leerse: “Decidimos bautizarlo San Benito en honor al nuevo Papa”.

En ese mismo portal se puntualiza que uno de los “valores claves” de la empresa es la “responsabilidad social": "Destacamos los valores humanos y el espíritu cristiano que nos mueve a ser buenos vecinos”, escriben.

Evidentemente, en el partido del intendente kircherista Massa la realidad y la ficción se parecen bastante.

(*) Especial para Perfil.com