SOCIEDAD

El mejor cambio es el consciente

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Lo más importante para no sucumbir ante la presión de familiares y amigos y mantener la alimentación elegida durante estas semanas de festejos es lograr que todos incorporen de a poco la conciencia. Pensar que no es la última cena de tu vida, y que si no está el vitel toné no pasa nada. Y enseñar desde el ejemplo. Esta Navidad pasó algo muy loco: hace cinco o diez años yo era el “rarito” de la familia. Y este año, sin dejar de lado la carne, hubo muchas opciones para armarse ensaladas, empanadas integrales, una de mis tías hizo un salteado de verduras con carne y otro sin. El 80% del menú era saludable. ¿Qué consejos daría para el 31 a la noche? Reemplazar las gaseosas por aguas saborizadas hechas en casa con dos o tres frutas; por ejemplo, limonadas con un poco de menta y jengibre. Los más chicos de la casa pueden ir probando. También se puede preparar o comprar pan dulce integral, y adelantarse, usar la tecnología para alimentarse sano: preparar tartines de verduras y frizarlos, por ejemplo. Y de postre, elegir lo que más guste y disfrutar: no es obligatorio comer sólo frutas frescas, también se puede preparar helado casero o un buen brownie. Uno evoluciona con su propia alimentación, y luego se revoluciona a la familia.

*Cocinero. Promueve la alimentación consciente.