El ex centro clandestino de detención conocido como Pozo de Banfield fue reabierto hoy, por primera vez en 30 años, para un reconocimiento de la secretaría de Derechos Humanosde la provinciade Buenos Aires y ex detenidos liberados de la última dictadura militar.
El centro de torturas y detención más emblemático del conurbano sur de la provincia pasará a la órbita de la secretaría a cargo de Edgardo Binstock para la construcción de un espacio público para la Memoria. Asi lo ordenó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá.
Durante la visita oficial, ex detenidos recorrieron el Pozo e identificaron la sala de torturas en el primer piso, los calabozos en la segunda planta y el circuito por el fueron llevados por sus secuestradores en 1976.
El edificio de tres plantas ubicado en plena zona urbana del partido de Lomas de Zamora, entre las calles Siciliano y Vernet, también funcionó como maternidad clandestina donde detenidas desaparecidas dieron a luz a niños que todavía son buscados por Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Hermanos de la agrupación H.I.J.O.S. Se estima que la maternidad habría funcionado en el sótano de Pozo, que hoy se encuentra inundado.
Binstock le dijo al diario PERFIL que “rescatar este centro clandestino apunta primero a preservar la infraestructura que se encuentra deteriorada y convocar a la comunidad de Lomas y organismos de derechos humanos para diseñar actividades que recuperen la memoria pero que, además, planteen cuestiones actuales sobre derechos humanos”.
El edificio, que ocupa 25 metros de frente por 20 metros de fondo, todavía es custodiado por la policía bonaerense y funcionó como penitenciaría para presos comunes hasta 2000.
El Vesubio, ubicado en el partido de La Matanza, podría ser el próximo campo de concentración del proyecto de recuperación de la memoria.
El Pozo de Banfield perteneció al llamado “Circuito Camps”, bajo el mando del Ejército y la Policía bonaerense. Los sobrevivientes reconocieron que los represores Miguel Osvaldo Etchecolatz, Otto Paladino, el médico Jorge Bergez y Aníbal Gordon pasaron por ese centro de detención.
